Bodegas Martín Códax creará la primera planta de agrocompostaje de O Salnés abierta a los concellos

La Diputación subvenciona otra en Tomiño y juntas gestionarán 3.700 toneladas de compost al año
Bodegas Martín Códax creará la primera planta de agrocompostaje de O Salnés abierta a los concellos
Imagen de archivo del viñedo experimental Pé Redondo de Martín Códax | CEDIDA

La basura orgánica ha sido la última en entrar en la ecuación del reciclaje para una gestión más respetuosa con el medio ambiente mediante la implantación de diferentes modelos en la comarca de O Salnés y hay uno nuevo en ciernes: el agrocompostaje. La cooperativa Bodegas Martín Códax pondrá en funcionamiento una planta de revalorización de los residuos generados en la elaboración de vino como parte de un proyecto piloto de la Diputación de Pontevedra y del que también forma parte Viñas e Terras do Pazo, ya en Tomiño. Ambas instalaciones estarán abiertas a los concellos próximos y suman una capacidad de procesado de residuos que se traducirá en la producción de más de 3.700 toneladas de abono al año.

 

Características

La institución provincial las subvenciona con un montante de 900.000 euros procedentes de una línea resuelta hace más de un año.  Actualmente, las bodegas esperan la concesión de las autorizaciones y permisos para construirlas y ponerlas en marcha con el horizonte de que entren en pruebas entre este año y el próximo. No se trata de una instalación industrial como sucede en el caso de la planta de Sogama en Baión, dirigida a los ayuntamientos. Serán instalaciones sencillas a modo de silos donde se apilarán los restos orgánicos para realizar un rápido proceso de compostaje aerobio, con volteos del material diario y la previsión de producir compost semanalmente. Los proyectos contemplan la adopción de medidas para evitar escorrentías y malos olores. 


La cooperativa construirá la suya en la finca experimental de Meis –Pé Redondo– y espera producir al año 3.300 toneladas de compost, que cubrirían el 30% de las necesidades de fertilización de su viñedo, que suma 400 hectáreas entre los propios y los de sus 300 socios. Empleará el  bagazo y el raspón de la uva de su vendimia y residuos orgánicos procedentes de los municipios de O Salnés en un porcentaje pendiente de cerrar con la Diputación.


Su director técnico, Miguel Tubío, explica que esta fase piloto se dirigirá más bien a los grandes productores, como restaurantes y supermercados que, hoy por hoy, ofrecen más garantías de aportar material casi totalmente libre de residuos impropios frente a la separativa doméstica, algo fundamental para obtener éxito. 

 

La cooperativa cambadesa espera cubrir el 30% de las necesidades de fertilización de 400 hectáreas de viñedo

 

Además de fomentar sinergias en aras de alcanzar el objetivo social común de reducir a cero el desperdicio y evitar a toda costa el modelo contaminante de incineración, el ingeniero agrónomo señala que la mezcla de ambos orígenes posibilitará un “compost de máis calidade”.

 
En el caso de Viñas e Terras do Pazo, la colaboración será con Tomiño y su aportación procederá de su cosecha –medio millón de kilos de albariño y caíño–, pero también de restos de poda y sobrantes de algunos de los abonos orgánicos de procedencia animal que emplea “dende sempre, aínda, que de xeito puntual, ao mellor cada tres ou catro anos, é preciso acudir aos químicos, como o cal, para cubrir carencias detectadas no solo”, explica su gerente, Miguel Oliveira. Su planta estará dimensionada para producir  354 toneladas anuales.

 

Adaptado a los tiempos

En una comunidad eminentemente rural como la gallega, cosas como esta, o echar los restos de comida a las gallinas, nunca han sido novedad; el sector agrícola está acostumbrado a estas viejas prácticas que ahora suenan con conceptos modernos. De hecho, ambas bodegas practican el compostaje, pero de una manera de autoconsumo y a muy pequeña escala. “Non é algo novo, é un proceso que se fixo sempre, pero agora será algo máis controlado e seguindo todas as consideracións legais para unha instalación de tanto volume”, añade Oliveira. Además, antes de la entrada en vigor de la nueva ley estatal de residuos de 2022 resultaba complicado legalizar este tipo de instalaciones. 


Los portavoces de estas firmas, pertenecientes a la DO Rías Baixas, destacaron las bondades del proyecto que, de resultar exitoso, se podría extrapolar a otros ayuntamientos. Fueron los dos únicos seleccionados de los seis que concurrieron a la convocatoria provincial y, de hecho, quedaron 600.000 euros sin asignación –la línea estaba dotada con 1,5 millones de euros–.


“A nosa intención nunca foi ter unha planta propia se non lograr a circularización de todos os residuos da adega. Ao final trátase de que estes restos volvan á terra, a súa orixe”, resume el director técnico de Martín Códax, que recibirá 600.000 euros. “A economía circular existe de toda a vida e verdadeiramente non ten sentido non aproveitar lixo orgánico que se pode valorizar. É un proxecto piloto, pero claro que a nosa intención é chegar ao cen por cen”, añadió el gerente de la bodega tomiñesa, cuya ayuda es de 257.000 euros.


Esta aproximación al agrocompostaje impulsado desde la administración provincial formaba parte del programa Revitaliza puesto en marcha por el anterior gobierno, siendo el tercer nivel tras el compostaje comunitario y doméstico. Ahora las exigencias de la UE en materia de residuos son de obligado cumplimiento bajo la normativa española aprobada hace dos años. De hecho, muchos ayuntamientos están apurando los cambios de ordenanza para implantar la nueva tasa, la de generación, que sigue la premisa de que “quien contamina, paga”. Así, se prevén subidas, pues también deben poner fin a la costumbre de cubrir el déficit económico del servicio con las arcas locales. 

 

 

Bodegas Martín Códax creará la primera planta de agrocompostaje de O Salnés abierta a los concellos

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