El sector del cerco de Cambados afronta una situación límite que puede suponer el cierre y amarre hasta al menos el mes de febrero, lo que supondría despidos y grandes perjuicios. El patrón mayor, Alejandro Pérez, explica que a finales de esta semana han tenido comunicación, a través de la Federación, de la intención de la Secretaría de Pesca de cerrar la captura de sardina esta próxima semana. 

El motivo hay que buscarlo en una finalmente truncada negociación para el reparto de cuotas con Portugal. Al parecer, el Gobierno luso seguía dispuesto a alcanzar el entendimiento para el reparto, pero los armadores de aquel país elevaron la presión y finalmente se impuso esa postura. 

Si no se encuentra otro reparto viable “terán que amarrar e, a xente, ao paro. Isto supodría unha situación pésima”

Con el portazo a poder prolongar la captura de sardina y con otras especies ya vedadas, al cerco local tan solo le queda la posibilidad de pescar jurel. Una especie, sin embargo, que no está funcionando como la sardina y que no evitaría el masivo amarre de la flota. 

Para evitarlo, se encomiendan a una última negociación sobre la campana, en la que las autoridades deberían poder alcanzar un acuerdo de reparto de cuotas con otro país, una posibilidad, aunque remota. 

“Situación pésima”

El patrón mayor valora que si no se encutra solución en estos pocos días de margen, “terán que amarrar os barcos, parar as embarcacións e, a xente, ao paro”. “Posiblemente ese amarre sexa ata febreiro, que se volva empezar a actividade”.  Esto supondría una “situación pésima”.