El párraco de Dorrón (Sanxenxo), denunciado por, supuestamente, agredir a un vecino tras la celebración de una procesión, ha renunciado a su puesto como párroco, después mostrarse arrepentido por los hechos acontecidos. Así lo han indicado desde el Arzobispado de Santiago de Compostela en un escueto comunicado en el que lamentan lo sucedido, pero no quieren que los hechos empañen “la vida de entrega y servicio que la Iglesia brinda a toda la sociedad”.
 

Desde el Arzobispado señalan en el escrito que fue el propio párroco el que ha presentado su renuncia y que esta fue aceptada por parte de la diócesis de Santiago. Además, indican que el sacerdote manifiesta “su más profundo pesar por lo acontecido ese domingo, mostrándose arrepentido y pidiendo las más sinceras disculpas” tanto a las personas implicadas en el altercado como al resto de feligreses.

Denunciado por agresión
 

La renuncia del cura a su puesto en la parroquia de Dorrón es el resultado de haber sido denunciado por Antonio Miniño, un vecino de Sanxenxo por, supuestamente agredirle tras la celebración de la procesión en honor a San Roque y a la Virgen del Carmen. 
 

Tal y como relató el agredido, Antonio Miniño, el párroco denunciado, en el momento de guardar las tallas en el interior de la iglesias, se acercó a él y le propinó “dos bofetadas”. Este incidente provocó tensión entre todos los vecinos que se encontraban en los festejos y que, tal y como contaba Miniño “todos quieren que se vaya”.
 

Desde el primero momento tanto el denunciante, conocido en la localidad por pertenecer a la Asociación San Pedro desde hace muchos años, como su hijo, presidente de dicha asociación, indicaron que desde el Arzobispado de Santiago se habían puesto en contacto con ellos para indicarles que ellos “lo arreglarían todo”. La sorpresa de esta familia fue que, preguntados días después del incidente, desde la Archidiócesis de Santiago negaron conocer el altercado por diferente vía que la prensa.
 

En la denuncia interpuesta por parte del agredido en la Guardia Civil, además de relatar lo ocurrido el domingo en la parroquia de Dorrón, se lee que lo único que el denunciante quiere es que no se repitan sucesos “como los denunciados” de los que fueron testigos muchos vecinos.