A menos de una semana de la apertura de la veda de la centolla y de que este marisco vuelva a reinar en las lonja de O Grove - regresarán a partir del próximo lunes -, los marineros del municipio se preparan para llevar a cabo sus capturas. Así, la Cofradía de Pescadores de San Martiño ha convocado para el viernes, a partir de las seis de la tarde, una reunión en la que se darán todos los detalles sobre el inicio de esta nueva campaña que promete, un año más, ser muy exitosa.
En total, tal y como señala el vicepatrón de la cofradía, Antonio Otero, son medio centenar los barcos que saldrán al mar para capturar este preciado crustáceo. “As previsións que temos, son boas. O que esperamos para os primeiros días e que todos poidamos chegar ata os topes”, cuenta Otero. La cuota máxima de centolla está fijada en 35 kg por barco al día, cantidad a la que se le añaden los mismos kilogramos por cada uno de los tripulantes enrolados y a bordo.
Otero comenta que son muchos los marineros que están esperando que se abra esta veda para poder salir al mar. “Hai barcos que levan parados uns dous meses e están esperando esta campaña para poder saír”, indica el vicepatrón. Esta situación, muestra, el significado que este marisco tiene para el trabajo de muchos vecinos de O Grove. “É a campaña máis importante. Nós temos moitas ganas e hai esperanza de que salga ben. A esperanza sempre é o último que se perde”, señala Otero.
Echar los “miños”
Tal y como cuenta el vicepatrón de la Cofradía de Pescadores de San Martiño de O Grove, los marineros podrán echar los “miños” al mar a partir del domingo y será, esa misma madrugada a las 00 cuándo ya esté permitido recogerlos para conocer el número de capturas. “Aínda que se poderán recoller pola noite a xente esperará as seis da mañá ou así para facer ese traballo”, explica Otero.
Es por ello que ese mismo lunes la lonja se llenará de este valioso marisco. En la campaña del año anterior, el primer día se capturaron un total de 3.825,30 kilos de centolla y, en la primera de las pujas el precio alcanzó 25,65 euros por kilo, precio sensiblemente mayor que al año 2023.
El valor del crustáceo fue bajando hasta que las últimas unidades se valoraron en diez euros, marcando la media los trece.