La peligrosa alga asiática invasora llega a la Ría de Arousa tras confirmarse el caso de O Grove

La Xunta y la USC preparan una herramienta para detectarla de manera temprana en el agua a través de su ADN
La peligrosa alga asiática invasora llega a la Ría de Arousa tras confirmarse el caso de O Grove
Imagen de la población alcanzada en los fondos de A Coruña | CEDIDAS

Los científicos han confirmado las sospechas y certifican que la alga asiática “Rugulopteryx okamurae” que causa estragos en el sur de España y que mantiene completamente invadida una zona de A Coruña, ha llegado a la Ría de Arousa. Iba a suceder tarde o temprano tras detectarse en Vigo, pero los análisis ya han determinado que la colonia hallada a principios de noviembre en O Grove se corresponde con esta especie altamente invasora y especialmente preocupante porque podría asfixiar los bancos marisqueros. Por el momento se desconoce su alcance, pero la Xunta trabaja a contrarreloj con un grupo de investigación de la Universidade de Santiago (USC) para crear una herramienta de detección temprana mediante el análisis de ADN ambiental y que sirva para poner en marcha medidas que corten su expansión allí donde se localice, debido a su extraordinaria capacidad de reproducción y colonización, tamizando los fondos. 


Porque erradicarla es tarea imposible. “Hay que ser realistas, en el sur de España llevan diez años luchando, así que va a ser imposible hacerla desaparecer, pero sí podemos anteponernos y prever dónde puede darse y comprender su biología: las épocas del año en las que crece más, la dinámica de los arribazones, etc. para contribuir a ponerle coto”, explica la doctora y experta en algas marinas Pilar Díaz Tapia. 

 

“Hay que ser realistas, en el sur llevan diez años. Es imposible hacerla desaparecer”, explica Díaz Tapia

 


Es la responsable del proyecto financiado por la administración autonómica, que ha establecido un plan de trabajo para afrontar la llegada de esta especie procedente del Pacífico norte y detectada por primera vez en España en 2015, en Ceuta, y que en el sur está provocando cuantiosas pérdidas en la flota artesanal y enormes gastos de gestión para el turismo. En poco tiempo coloniza los fondos afectando a la biodiversidad y cuando se desprende lo hace en enormes masas flotantes que estropean aparejos y cubren las playas.

 

Cuatro focos en Galicia

Según la bióloga, hay cuatro puntos en Galicia donde se ha constatado su presencia, pero “cabe la posibilidad de que haya en más sitios y no se ha detectado”, reconoce. De momento tampoco hay noticias de esas gigantescas masas flotantes, pero “este verano en Praia América sí que ya había cantidades moderadas”. No obstante, desde que saltó la alarma en la comunidad, en el mes de julio, sí han constatado que presenta ese comportamiento altamente invasor que, curiosamente, solo muestra en aguas española

 

Desde entonces se mantiene activa una vigilancia sobre nuevos avistamientos y en estrecha colaboración con los biólogos de las cofradías y de otras entidades y de la administración. En el caso de O Grove, un socio del pósito detectó la población entre los límites de las rías de Pontevedra y Arousa, en la zona de O Paxaxeiro –situada entre la playa de Reaeiros y Area da Cruz–. Su técnica activó el protocolo de actuación y hace poco un biólogo de la Xunta confirmó que se trataba de “Rugulopteryx okamurae”.

 

Díaz Tapia también recibió imágenes de la vista a microscopio, que es la única forma de comprobarlo con total fiabilidad porque “a ojo no se diferencia bien de otras”. Eso, o darle un mordisco, porque tiene un sabor picante y fuerte muy característico. Y no es el único inconveniente, pues detectarla en el mar es complicado si no vas buceando y observando fijamente: “Aquí la hemos visto hasta a 15 metros de profundidad y cuando aparecen los arribazones ya es un problema”, añade. 


Así las cosas, la investigación se centra en poner a punto una herramienta para la detección temprana empleando ADN ambiental. De este modo, a través de muestras de agua se podrá saber si hay material genético perteneciente a esta peligrosa alga asiática o no. El estudio también incluye pruebas a diferentes distancias para conocer el radio de acción de efectividad de este método. 

 

 

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Imagen de archivo de una muestra obtenida en otra parte de España 


Para ello es preciso secuenciar su ADN mediante la técnica de caracterización llamada “metabarcoding”. De esta especie, y de otras, para poder distinguirla porque, curiosamente, “hay otras especies genéticamente próximas incluso nativas, como es el caso de la “Dictyota dichotoma”.

 

Una vez que se haya afinado el sistema, se procederá a muestrear toda la costa gallega para su localización. Díaz espera que esté listo en unos seis meses.

 

A Coruña, invadida en un año

Como laboratorio de pruebas van a utilizar la costa de la ciudad de A Coruña, que está “completamente invadida” en una extensión de 1,5 kilómetros, en la ensenada de San Amaro hasta Os Pelamios, según la bióloga. “Y en pocos meses, porque hay fotografías de hace un año y no había nada parecido”, lamenta.

 
La presencia de la “Rugulopteryx okamurae” en Galicia fue confirmada en julio en un comunicado emitido por el grupo de investigación BioCost, del Centro Interdisciplinar de Química e Bioloxía (CICA) de la Universidade da Coruña y el grupo BioAplic de la USC. 


En su aviso también indicaba que había otro foco en la Ría de Vigo, que fue donde saltaron las alarmas gracias a la perspicacia de la empresa de educación ambiental “Trece grados”, que la vieron en la pequeña península de Monteferro (Nigrán). Gracias a la difusión y a la labor de divulgación luego les llegaron avisos de Aldán y una vez más, los investigadores se desplazaron confirmando las sospechas de los alertantes.

 

 

 

La peligrosa alga asiática invasora llega a la Ría de Arousa tras confirmarse el caso de O Grove

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