No fue la llegada que todo el mundo imaginaba. Pero La Peregrina, el velero del Reto Astrolabio, arribó hoy a la isla de destino en el mar Caribe, La Deseada. Lo hizo sin su capitán, Javier Babé, que falleció el viernes en plena singladura y cuyo cuerpo fue arrojado al mar, siguiendo sus deseos.
La llegada a destino se produjo tan solo tres días después del óbito. Tres días que supusieron la no consecución del reto, toda vez que la tripulación, una vez registrada la crisis de salud del capitán, decidió desprecintar el cofre que guardaba los aparatos tecnológicos del siglo XXI para lanzar una alerta. Y tres jornadas que fueron las únicas de toda esta singladura trasatlántica en la que La Peregrina no fue guiada por la pericia de Javier Babé, orientado únicamente con la ayuda de un astrolabio, como hacían los marinos del siglo XVII.
La llegada a destino se produjo a la salida del sol, siendo las 12 horas en España. La embarcación, siempre según los datos facilitados por la organización, se dirige hacia la marina de Pointe a Pitre, el mayor núcleo urbano de La Deseada, lugar en el que permanecerán hasta finalizar los trámites habituales de fondeo, así como los de Salvamento marítimo y consulado, aproximadamente dos días. Entonces, la nave pondrá rumbo a su fondeo temporal, en Culebra (Puerto Rico).
El velero partió de A Illa de Arousa el pasado 27 de febrero, rumbo a Canarias. El 12 de marzo, tras precintar los aparatos tecnológicos, partieron La Gomera.
Babé dio su última posición estimada el día 28: Tras más de 2.500 millas navegadas, la práctica totalidad de la travesía prevista, su cálculo era tan sólo de dos millas al sur y 28 millas al este de la real revelada posteriormente por el GPS.