El PP se quiere sacudir los reproches surgidos entre algunos sectores de la sociedad cambadesa de que los políticos locales no han estado a la altura para evitar el cierre del asilo. En un comunicado extenso reitera las críticas lanzadas contra el cuatripartito en este año, desde que se conoció la puesta a la venta del Pazo de Montesacro, culpándole de que no vaya a ser un bien municipal porque “é xente instalada só na protesta e detrás da pancarta”.
Los populares creen que a estas alturas, la reunión que el alcalde Samuel Lago lleva un año pidiendo –sin éxito– a la conselleira de Política Social ya no tiene razón de ser porque el cierre está sentenciado y, a la vista de la “inviabilidade económica” de convertirlo en una residencia pública, solo quedaría su valor patrimonial y no es de su competencia. También defienden la postura que ha mantenido desde el principio de no acceder a sus pretensiones de que lo comprara la Xunta, “supoñemos” que por el “elevado custe” de compra –cuatro millones– y la “millonaria rehabilitación” que precisa para adaptarlo a la normativa. Es más, comprende que “un cambio de xestión implicaría un custe moi elevado que entendemos que ningunha administración responsable e tampouco ningunha empresa privada, entenda que de asumir”.
También acusan al regidor de no predicar con el ejemplo, afirmando que el párroco José Aldao le pidió que se reuniera con ellos para “fixar unha postura común”, pero “negouse en rotundo” y que ni les convocó para hablar o informar de sus movimientos porque “o seu interese nisto é exclusivamente electoralista” y su postura “é de confrontación”, añadieron, recordando que son el grupo mayoritario en la Corporación.
Los populares siempre han pedido que el Concello “liderase” la compra ya no solo por la atención asistencial sino por su valor patrimonial, pero el gobierno local ha mostrado en más de una ocasión su temor a quedarse solo en esta millonaria operación a la vista de la falta de receptividad de la Xunta y la Diputación desde el principio. De hecho, gobierno y oposición siempre han diferido del significado que debe tener la palabra liderar en este caso. Lago cree que intentar llegar a la conselleira y las reuniones mantenidas por en medio en estos meses –otras autoridades, la orden,etc..– es eso, tomar la iniciativa.
Sin embargo, para los populares sería haber puesto dinero sobre la mesa, con fondos propios o pidiendo un préstamo, y luego negociar ayudas de otras administraciones, como dicen han hecho otros concellos, incluso “con diferenzas de cor política”. Se lo pidieron en un Pleno, pero como recordaron ayer, tres socios del cuatripartito (PSOE, BNG y Somos) votaron en contra asegurando que era “inviable” para las arcas locales.
Así las cosas, el grupo de Sabela Fole insiste en que “nunca lle importou o asilo ata que pechou” y cree que tampoco tener una residencia pública y que ahora pretendía que la Xunta le hiciera un “traxe a medida”. También volvió a recordar que no concurrió a una línea de ayudas autonómicas para construir residencias en ayuntamientos y que fue convocada un año antes de saberse que las Hermanitas vendían.
Lago, que no tardó en enterarse de la crítica, le replicó: “Que se deixen de tanta xustificación e de tanta escusa e que se sumen ao goberno local na petición de colaboración da Xunta”.
Y en cuanto al anuncio del presidente de la Mancomunidade do Salnés, el alcalde del PP David Castro, sus compañeros de Cambados defienden la “lexitimidade” de realizar anuncios de su “acción de goberno” a la población y creen que el PSOE está instalado en una “pataleta infantil” tras “perder a presidencia democráticamente”.
Asimismo le reprocharon que no acuda a las comisiones ejecutivas de la entidad aunque, en principio, su ausencia no preocupa a Castro: “Están a sacarse adiante iniciativas” como esta, declaró. Aunque apeló a que “cada un é responsable das súas actuacións”, cree que los socialistas “non miran polos veciños”. Con todo, está por ver su reacción cuando le presente los detalles en una reunión con los alcaldes que sigue sin fecha.