En el ánimo de las autoridades está el incrementar de manera progresiva el número de espacios públicos libres de tabaco y hace unos días se conocía la recomendación de la Comisión Europea de incluir en la lista a las terrazas de los bares. De momento, nada concreto se ha dicho de las playas, pero desde hace años existe una corriente de prohibición que, en el caso de Galicia, es una recomendación sin sanción, como sí sucede en otras partes de España.
Las comarcas de O Salnés y O Barbanza cuentan con 46 arenales en la Rede de praias sen fume de la Xunta, una cifra considerable pero que no llega a la mitad del centenar de zonas de baño más populares. Además, de no ser por Sanxenxo y Boiro, llevaría años estancada porque son los únicos concellos que cada año incorporan más.
Hace casi veinte años que España implantó la conocida como Ley antitabaco, estableciendo una medida de fuerte impacto, especialmente en el ámbito de la hostelería, como fue la prohibición de fumar en espacios cerrados. Desde entonces se han ido aplicando reformas que aumentan el cerco al tabaquismo en los espacios públicos. De hecho, el Plan Integral para la Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027 del Gobierno central propone incrementarlos y está por ver cómo calará el consejo europeo y qué pasará con lugares como las playas.
Hace años que se promueve la prohibición de fumar en los arenales y Galicia creó en 2016 una red, pero no pasa de una recomendación, a diferencia de otros sitios de España donde hay normativas municipales que contemplan sanciones que pueden ir de los 30 a los 700 euros. El conflicto competencial está servido a falta de una norma superior.
En O Salnés, están adscritas a la iniciativa autonómica, la cual incluye cartelería informativa, divulgativa y de sensibilización, un total de 31 –una más si se cuenta la fluvial del Umia en Ribadumia–. La práctica totalidad están en Sanxenxo, que desde este verano tiene casi todos sus arenales –repartidos entre las rías de Pontevedra y Arousa– tipificados como libres de humo al haber incluido media docena más y llegar a 24.
El número aún está muy lejos del total teniendo en cuenta que la comarca cuenta con más de 70 zonas de baño reconocidas y controladas, en cuanto a calidad de las aguas, por la administración autonómica. De hecho, su vecino de O Grove, que suma una veintena, solo contempla dos como libres de tabaco (Area das Pipas y Area Grande), aunque más llamativo es el caso de otra joya como es A Illa, pues ninguna de su docena cuenta con este distintivo.
Vilanova, que dispone de un número similar, fue pionera en O Salnés con un arenal y así se quedó, solo con el de Con da Mina, y en Vilagarcía, de las seis disponibles, también solo tiene una (Compostela). En cambio, Cambados, que aunque tiene zonas de baño en la clasificación oficial nunca se ha considerado como un destino de sol y playa, tiene tres (A Torre, O Facho y Saíñas).
Respecto a O Barbanza, Boiro es líder y el año pasado le dio un empujón al añadir a la red autonómica cinco playas más, cubriendo todas sus zonas de baño. Por este motivo, la Consellería de Sanidade le concedió hace unos días el “diploma de ouro” junto a Rianxo y Sanxenxo –en esta zona– y que busca reconocer su compromiso contra un hábito dañino para la salud y el medio ambiente, pues las colillas son de los despojos más contaminantes que hay.
Fue durante un acto en el que también se entregaron galardones de “plata”, reservadas a los que tengan el distintivo en el 50% de sus playas y que en Arousa recibió la capital del albariño.
En cuanto al resto de localidades ubicadas en la orilla norte de la ría arousana, la ciudad de Ribeira mantiene dos zonas de baño con esta recomendación (Ría Azor y O Touro) de las 17 inscritas en el catálogo oficial de la Xunta y A Pobra do Caramiñal, una (Areal) de seis.