Antes y durante el franquismo varias generaciones de españoles/as emigraron a otros países democráticos mejor gobernados que el nuestro en busca de pan y libertad. Aquí no había libertad, ni pan, ni calidad de vida.

Pero los políticos de la derecha en la oposición y ciertos medios de comunicación hacen catastrofismo, a pesar de que estamos entre los cuatro países más potentes de la UE. Los agoreros del catastrofismo nunca proponen nada positivo.

Pero yo, que vivo y me afectan las consecuencias de la inflación que hay en todo el mundo por las consecuencias conocidas, a pesar de falta de ética de muchos políticos, y grupos de presión y lobbys, digo que, aun así, es preferible la democracia que la dictadura que algunos añoran atacando a la democracia sin tener en cuenta que solo en democracia podemos cambiar gobiernos y ser libres para criticarlos. Y mejorar las cosas, como quedó demostrado en estos cuarenta años. España prospero más en todos los ámbitos con la democracia que con la dictadura, aunque siempre habrá problemas pendientes de resolver.

Aumentó la libertad y la vida material de la gente y tenemos más peso reconocido en el mundo, aunque los políticos lo eclipsan con sus peleas personales y de partido salvaje, pero no todo se está haciendo mal, como pregonan los patriotas de cartera. Lo que nos lleva a preguntarnos: ¿por qué en la España de la dictadura tuvieron que emigrar millones de españoles, mientras que en democracia retornaron millones, y a la vez recibimos millones de emigrantes de otros países?. Los expertos dicen que necesitamos emigrantes, pero los vagos y políticos de la extrema derecha le calientan la cabeza a la gente diciendo que hay que prohibir la entrada de emigrantes, sin tener en cuenta la baja natalidad local. Los españoles somos responsables y potencialmente creativos en libertad y democracia, a pesar de los catastrofistas profesionales .

Los datos recogidos a lo largo de la historia saltan a la vista de quien quiera verlos.

Más de cuatro generaciones de españoles tuvieron que emigrar, antes a América y más tarde a Europa, dado que en esos países se desarrolló antes la democracia que en España. Mientras que a los países con dictaduras de cualquier signo sólo emigran los grandes especuladores porque no tienen perjuicios para hacer negocio con los dictadores que oprimen al pueblo. También los especuladores montan empresas en esos países, por haber mano de obra barata, como en las dictaduras euro-asiáticas, creando tal dependencia que nos llevó a las crisis conocidas. Pero a dichos países no emigran los tajadores occidentales, ni tampoco los africanos. Vienen aquí, como los magnates rusos que, como son ricos, están bien vistos por los que aspiran a serlo. A esos países van los grandes grupos económicos en busca de mano de obra barata, extracción de materias primas, convirtiendo a China en la mayor fábrica del mundo, y a Rusia en el mayor suministrador de carburantes con las consecuencias conocidas. A todo esto hay que añadir que los gobiernos de este lado no han hecho nada para impedirlo. Lo que demuestra que los grupos económicos mandan más que los gobiernos elegidos; les da igual su ideología con tal de hacer negocio. Donde hay buenos gobiernos hay mejor calidad de vida para su gente, y aún le queda un hueco para compartir con otros. En los países que prosperaron se hizo necesario la migración.