Los Mozos de Arousa ha sido un auténtico revulsivo y se han convertido, en el último año y medio, en todo un fenómeno de masas. Los tres jóvenes vilagarcianos, Bruno Vila y Borja y Raúl Santamaría, despiertan el cariño por su espontaneidad y por su sentido del humor. Ahora, tras más de cuatrocientos programas y un bote que supera los dos millones y medio de euros, dicen adiós a 'Reacción en Cadena", pero lo hacen con un legado de fans detrás.
"Fueron meses muy intesos, sobre todo en estas últimas semanas", explica Borjamina. Ahora, el joven dice sentirse "liberado por un lado y, por el otro, con muchas ganas de descansar". Su hermano Raúl lo secunda. "Tuvimos que compaginar mcuhas cosas y llegó el momento que tenía que llegar. Ahora toca descansar y estar con la familia y los amigos".
Bruno no se olvida de sus seguidores. "Estou muy agradecido de que la gente nos haya acompañado desde el principio hasta el final", señala. Y es que son casi 40.000 las personas las que forman parte de un club de fans que realiza publicaciones con periodicidad y "nos mandan regalos: Placas, cartas...", señala Borja.
Lo cierto es que los tres protagonistas del 'Fenómeno Mozos de Arousa', tal y como lo bautizó Telecinco en el reportaje emitido el lunes por la noche, tampoco tienen claro cuál es la tecla que tocaron para llegar al corazón de la gente. "Creo que es la conjunción de muchas cosas. En primer lugar, la imagen que se daba de los jóvenes no era la mejor en estos últimos años y a la gente le generó curiosidad ver a tres chicos en un programa cultural", explica Bruno, que apunta también que el fin de Sálvame les benefició porque "los espectadores de Telecinco estaban acostumbrados a caras familias y creo que, al quedarse huérfanos de esas personas, nos cogieron cariño a nostoros".
Para Raúl, la clave está en que los tres tienen personalidades diferentes, que permiten al público escoger. Borja apunta a la espontaneidad como clave. "En televisión hay falta de programas de este estilo, con el que se aprende pero, al mismo tiempo, en un tono desenfadado, divertido. Creo que tenemos una parte muy importante, que le dimos otra vida. Antes de nostros pasaron un montón de equipos, pero nosotros no tenemos problema en contar un chiste, en decir ojete, en cantar... La gente vio verdad en nostros. Somos tres chicos normales que están divirtiendo al público", explica el mayor de los Mozos de Arousa.
Lo cierto es que, con esta legión de fans, la marca Mozos de Arousa es ya una entidad en sí misma. ¿Qué harán los tres jóvenes con este fenómeno que se crea?. Raúl lo tiene claro: "Escribí hoy una publicación en la que explicaba que, por mi parte, será un punto y seguido. Es muy difícil que, después de este año y medio, se acabara hoy. Vendrán eventos a los que iremos juntos", señala el pequeño de los Santamaría. El mayor también lo apoya: "Se ha creado una marca fuerte y potente y seguiremos ligados los tres, pero ahora tendremos más tiempo por separado".
Una marca en la que Arousa tenía un protagonismo nada secundario. "Hablamos de la Festa do Mexillón e o Berberecho, de la de Ameixa de Carril. Más cosas era difícil meter, siempre promocionamos todo lo que pudimos. Estamos muy orgullosos de ser de Vilagarcía", explica Borja. "Además nos permitió conocer muchas zonas de Galicia".
Perder en el concurso no les pilló por sorpresa pues, reconocen, ya no le dedicaban tanto tiempo como antes. "Otras obligaciones que teníamos nos lo complicaban", explica Bruno. "Son 400 programas y cuando llegas al hotel o a casa lo que menos te apetece es quedar para ensayar palabras", apunta Raúl. "Perder es algo que siempre se tiene presente. No es la silla azul de 'Pasapalabra', pierdes y te vas a casa. Lo cierto es que, en los últimos meses, la dedicación no era la misma. Preferíamos desconectar en nuestro tiempo libre y ya no quedábamos para ensayar. Antes hacíamos catorce o quince aciertos con facilidad. Esta semana estuvimos más en la cuerda floja", concluye Borja.
Uno de los objetivos con los que se presentaron al concurso fue el de conseguir una sede para su asociación, Arousa Moza. El bote, todavía tardarán tres meses en cobrarlo, pero ya hace un tiempo que alquilaron un local. "No sabíamos cuándo íbamos a acabar y también queríamos ir viendo las necesidades que tendremos de cara al futuro, cómo responde la gente", explica Borjamina. Las nuevas instalaciones serán inaguradas con una fiesta en breve y se sitúan en Doutor Fleming.
Durante este año y medio, fueron muchas las premieres, photocalls y fiestas a las que los Mozos fueron invitados. Incluso por separado tuvieron aventuras muy mediáticas, como la de Bruno en 'Bailando con las estrellas'. Allí, tuvo algún que otro comentario agrio de los jurados, pero el joven, siempre optimista, seañala que "fue intenso, fue duro por momentos y me quedo con todo lo bueno, que es lo que hay que ahcer en la vida".
En el último programa de los Mozos en 'Reacción en Cadena' se vio claro que no solo se habían ganado el cariño del público, sino también del presentador, Ion Aramendi, que en la despedida era apenas capaz de articular palabras. "Fuimos los primeros sorprendidos de que se emocionara tanto. La relación no deja de ser la de concursante-presentador. Coincidíamos en plató y en maquillaje, pero tantas horas de grabación hace que haya confianza y cariño. Nos prestábamos a sus bromas de meterse con nuestras camisas y compartíamos cosas personales con él", recuerda Borjamina.
Precisamente con Aramendi iban a compartir las Campanadas de Telecinco, un capítulo que enseño a los Mozos de Arousa la parte menos amable de la televisión. "Pintan muy bonito esos cincuenta minutos de programa, pero hay otras cosas menos bonitas, como es el caso de lo que pasó con las Campanadas. No estoy acostumbrado a que te digan un día que las vas a dar y que, a los dos días y medio, te digan que no. Yo me imaginaba que cuando se confirma algo, y sobre todo un evento tan importante como las Campanadas, que se cumplía. Dicen que la tele es así", lamenta Raúl.
Los Mozos explican que los contactos fueron durante meses y que la llamada en la que se llegó a un acuerdo "telefónico" se produjo ya después de que perdieran en el concurso. "Hay negociaciones de varios meses, perdemos y se cierra el acuerdo. A la semana siguiente de perder. O sea que ese no es el motivo, si no no cerraríamos el acuerdo", apunta Borja.
Declaraciones que dan pocas horas de conocer que donde sí darán las Campanadas será en casa. En la Festa das Uvas de Vilagarcía en la que, como Arousa Moza, llevan años colaborando. No desvelan sus looks, sobre todo porque apenas les dio tiempo a masticarlo, pero Bruno ya avisa de que no bailará. "Ahora solo en la intimidad", bromea el joven.