El programa Vagalume que gestionan conjuntamente Cáritas y las Hermanas Oblatas, desde el año 1990, es una referencia a nivel nacional. De la importancia del trabajo que se lleva cabo en este centro da cuenta que funcionarias de la Unión Europea cursaron visita para conocer el funcionamiento y desarrollo de este proyecto financiado por la Unión Europea a través del Programa Social Europeo Galicia para promover la igualdad, la salud y la inclusión social.
Equipos multidisciplinares trabajan para conocer de modo directo la realidad de la prostitución acercándose a los lugares donde se ejerce. Es un lugar de referencia donde las mujeres y sus hijos encuentren apoyo, información, orientación y puedan iniciar un proceso de recuperación.
En sus instalaciones los equipos de especialistas prestan apoyo a mujeres que viven en contexto de prostitución o son víctimas de trata con fines de explotación sexual. Un trabajo que se amplía a través de la información, el asesoramiento y el acompañamiento, confidencial y no discriminatorio, para fomentar el empoderamiento y la autonomía de estas mujeres desde un enfoque de derechos y de género.
Acoger, proteger, dar seguridad y apoyo profesional son los aspectos básicos del programa para abordar de manera integral el proceso de recuperación de las mujeres que pasan por esta situación.
El dispositivo de acogida posibilita una residencia temporal donde las mujeres cuentan con el tiempo necesario para su recuperación emocional y de reflexión. En ese tiempo se trata de potenciar sus recursos personales para afrontar situaciones futuras y que sean mujeres autónomas independientes y capaces de elaborar un proyecto vital. Algo que se trabaja a través de distintas áreas: social, psicológica y de salud integral, orientación jurídica y laboral y talleres formativos.
Recordemos algunos datos. El año pasado en el centro de día se atendieron a145 participantes de las que 56 accedían por primera vez. Se prestó atención a 14 presuntas víctimas con fines de explotación sexual a las que se les prestaron servicios de atención integral, y cuatro mujeres retornaron voluntariamente a sus países de origen por distintos motivos. A lo largo del año numerosas mujeres pasaron por el piso de acogida y se practicaron 680 contactos en los lugares en los que trabajan. Es un auténtico trabajo de calle para conocer la realidad de estas mujeres, sus necesidades y sus demandas, llevando a cabo acciones preventivas e informativas, así como la repartición de material profiláctico. Destaca la misión y el trabajo de sensibilizar e informar a la sociedad en general sobre la situación de estas mujeres en contextos de prostitución o que son víctimas de trata con fines de explotación sexual.
El centro Vagalume es un lugar de referencia donde las mujeres y los hijos a su cargo encuentran apoyo, información, orientación y pueden iniciar un proceso de recuperación.