Vecinos de Moraña y miembros de Amil sen Eólicos se movilizaron para tratar de paralizar las voladuras que la empresa Norvento inició en el Monte Acibal. Un grupo de cuarenta personas decidió subir al lugar “co obxectivo de intentar disuadir á empresa de continuar coas obras” hasta que no fueran evaluadas por la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural y por Augas de Galicia.
A la puerta de ambas entidades llamaron desde la plataforma, al mostrarse preocupado por los efectos que la “dinamitación” de Acibal tenga sobre los manantiales y el patrimonio arqueológico de la zona.
Por ello, se decidieron a desplazarse al lugar donde se están llevando a cabo las obras, pero la Guardia Civil requirió que abandonase la zona, esgrimiendo que la empresa cuenta con los permisos pertinentes.
“As voaduras continuaron”, dicen desde Amil sen Eólicos, que señala que ponen “en grave perigo tanto ás augas como ao patrimonio”. El colectivo incide en que “a obra conta cuns permisos, incluídas as voaduras, baseados nunha documentación inicial que cremos insuficiente e que de seguro non recolle o que foi aparecendo na obra. A empresa ten que comunicar as novas circunstancias aos organismos competentes e non o está a facer. Estes organismos teñen que velar polo patrimonio e as augas e, pese ás nosas comunicacións por escrito, tampouco o están a facer”, aseguran desde la plataforma, que nació alrededor de la oposición vecinal a los proyectos eólicos.
El colectivo cuenta con un informe arqueológico en el que se contabilizan medio centenar de elementos arqueológicos, frente a los cinco que considera la empresa promotora del parque eólico. Además, Norvento niega la afección a las aguas, mientras que Amil sen Eólicos señala que “hai masa de auga nos buratos destinados a voaduras”. Petón de Lobo y Ecoloxistas en Acción presentarán una solicitud urgente de paralización de las obras, “debido á inacción por parte dos organismos oficiais da Xunta de Galicia”, dicen desde la asociación