El Concello de Caldas reclamó a la Xunta la necesidad de un cambio de la instalación eléctrica y la reforma del comedor del CPI Alfonso VII. Una demanda reiterada pero que se hace más urgente al haber sufrido el pasado miércoles un conato de incendio en la zona de comidas del centro, situada en la antigua casa del conserje, cuando había escolares en el interior. El teniente de alcalde, Manuel Fariña, subrayó que, si bien el fuego fue extinguido rápidamente, la caja de conexiones, enchufes y cabos quedaron “totalmente queimados”. “O perigo está aí e hai que poñerlle solución de maneira inmediata”, apremió el nacionalista.
En este sentido, Fariña recordó que la situación del comedor del Alfonso VII “é deficiente dende hai anos” por la falta del espacio y el mal uso del edificio, que fue acondicionado mínimamente para acoger el servicio, pero que cuenta con una instalación eléctrica formada por líneas de “hai 50 anos” que dan soporte a toda la maquinaria de la cocina “sen estar realmente dimensionada para esa potencia”. “Aumentaron moitísimo a maquinaria eléctrica da vivenda sen cambiar a instalación eléctrica, que era para prender catro luces, producindo constantes sobrecargas”, explicó el edil, que acusó a la Xunta de “levar anos dando a calada por resposta evitando ampliar e reformar o comedor, incumprindo o seu propio compromiso”.
Así, el nacionalista advirtió que, pese a que el personal técnico de las brigadas municipales reparó “o básico”, el estado de la instalación “segue a ser moi perigoso” y que, pese a que el Concello “ten a obriga do mantemento”, las obras de reforma necesarias “para solucionar a desfeita, de gran calado”, son competencia de la Xunta, a la que urge una actuación de mejora en el sistema eléctrico.
De igual modo, pese a que reconoció que es necesario una solución “mínima” a corto plazo que permita mantener el servicio del comedor, Fariña exigió a la Xunta que presente un proyecto completo de reforma y ampliación de este espacio con su consecuente instalación eléctrica adaptada a la alta potencia que precisa la maquinaria de la cocina. “Estamos a falar dunha cuestión de seguridade. Nin se poden poñer parches nin se pode mirar cara a outro lado. Hai que acometer unha actuación seria xa”, sentenció el nacionalista, que pidió al gobierno gallego “altura de miras para unha cuestión tan importante”.
En la misma línea, Fariña hizo hincapié en que ya en 2023 el Concello de Caldas remitió a la Consellería de Educación un informe municipal sobre la viabilidad de la ampliación del comedor en el terreno disponible anexo a la escuela. En ese documento, firmado por el aparejador municipal, se explica que la parcela en la que se preveía hacer la ampliación era viable, puesto que aún disponía de un 25% más ocupación de la actual. Desde el ejecutivo local, asimismo, se había instado al gobierno gallego a presentar el proyecto para realizar la obra, subrayando que el Concello no pondría ningún tipo de problema o condicionante a la actuación, sino que una vez recibiera la solicitud de licencia daría todas las facilidades y le daría prioridad. “Pola nosa parte, todas as facilidades”, concluyó Fariña, que también denunció en octubre la mala situación de las tuberías del centro escolar.