Arousa sigue con el goteo de bajas en el marisqueo a pie, que perdió 200 permex en dos años

“Isto é unha debacle, a xente deixa porque non pode vivir disto e ten que buscar outro traballo”, dicen desde Carril
Arousa sigue con el goteo de bajas en el marisqueo a pie, que perdió 200 permex en dos años
Mariscadoras de a pie en una zona de Vilanova, en la Ría de Arousa | GONZALO SALGADO

La situación del marisqueo en Arousa sigue en caída libre no solo por el número de permex que siguen activos –y que cada vez son menos– sino también por el número de embarcaciones que acuden a faenar cada día y que apenas alcanzan la docena. “É unha auténtica debacle”, apunta la presidenta de las mariscadoras de a pie de Carril, María Porto. La situación es mala tanto para el marisqueo a pie como el de a flote, pero es concretamente el primero el que ha experimentado una bajada importante en el último lustro. La situación de la agrupación de Carril es, además, extensible a la de otras de la Ría. “Cando empecei eu eramos 96 e agora non chegamos a 30”, explica la carrilexa. Indica que muchas de las que optaron por este oficio porque “axudaba a conciliar” se están buscando la vida en tierra. “Non queda outra”, declara.
Lo cierto es que tanto los datos oficiales de permisos de marisqueo a pie activos como los indicadores de venta en lonja de este tipo de productos hablan por sí solos. En solo dos años la Ría de Arousa perdió 200 permisos de explotación y la sangría mayor todavía está por venir. “A finais de ano nós imos seguir perdendo mulleres”, manifiesta Porto.


La gran caída ya se venía experimentando a lo largo de la última década, pero se ha incrementado más a raíz del año 2022, sobre todo por las fuertes riadas sufridas en Arousa. “Xa a cousa estaba mal, pero as riadas acabaron por dar a puñalada”, reconocen desde Carril. Una percepción que también existe tanto en Vilanova –con la Cofradía en estado crítico– y en A Illa de Arousa en donde las ventas en lonja se han desplomado en las últimas jornadas con apenas marisco para comercializar y a unos precios muy bajos. Por ejemplo de almeja babosa llegó a la lonja insultar apenas veinte kilos en algunas jornadas de esta semana y de la japónica hubo días que no se llegó ni a los dos kilos. Es la especie roja y el carneiro los que –curiosamente–están sosteniendo unos números que ya de por si son malos.


Dos cofradías afectadas además por las sucesivas malas campañas del libre marisqueo, con apenas un puñado de embarcaciones a estas alturas en O Bohído y con la esperanza puesta en las concesiones a partir del mes de abril.


Una década en picado

La cuestión es que la mala situación ya se viene dibujando desde hace al menos una década. “O problema é que agora o engorde do marisco tarda moitísimo máis”, explican desde Carril. Una sensación que se percibe también en el resto de Arousa. “Algo pasa coa floración”, apuntan mariscadores de A Illa.


El marisqueo a pie en la zona de Arousa representa todavía a día de hoy el 43,51% del total de Galicia. Una cifra que ha bajado un punto respecto a hace una década y que está condicionada también por la falta de relevo generacional. De hecho el grueso de mariscadoras que ahora faenan en las playas arousanas tienen entre 51 y 60 años de edad y algunas se acercan más a la última cifra. Es decir, la jubilación está cerca y no hay perspectivas de que vaya a entrar gente joven. “Eu véxoo difícil”, explica María Porto. De hecho según los datos oficiales que se manejan desde la Consellería do Mar las mariscadoras de a pie que tienen menos de 30 años son prácticamente ninguna o tienen una presencia muy testimonial en las playas. Además es un sector –al contrario de lo que ocurre con el de a flote– muy feminizado, dado que el 75% de los permex llevan nombre de mujer.

 

María Porto: “Teño todas as esperanzas postas na zona da Fangueira”

La presidenta de la Agrupación de Mariscadoras de Carril, María Porto, tiene todas las esperanzas puestas en la zona de A Fangueira. Un espacio en el que han empezado a trabajar y a sembrar para poder tener una “alternativa” a la concesión de la playa de A Concha-Compostela. “Senón temos que ir sempre alí e non queremos castigala máis”, declara. La zona de A Fangueira es de la Cofradía, pero son ellas las que la están trabajando con el objetivo de poder remontar los números. “Teño aí postas as esperanzas, porque a verdade é que a situación é desesperante”, declara Porto. Manifiesta que “levamos tres anos gastando aí e por iso queremos que sexa produtiva”. Eso sí, indica que lo cierto es que el marisco está creciendo a una velocidad mucho menor que lo que lo hacía hace años, aunque esperan poder recoger producción de cara a las fiestas navideñas, en donde el mercado de este tipo de producto es potente y alcanza precios más elevados.
Otro de los temores de María Porto con las bajas continuadas que se están experimentando en el sector del marisqueo a pie es que “non teñamos xente para limpar as concesións. Se somos poucas é moi complicado manter limpas A Fangueira e a praia”.


“Hai compañeiras que optaron por irse a fábricas, outras que están buscando traballo. Que saben que disto non se pode vivir”, manifiestan desde Carril. De hecho la propia presidenta de la Agrupación indicó que “eu onte fixen 40 euros. Bótalle que imos arredor de 10 ou 11 días ao mar o que che queda ao final”. Por ejemplo en el año 2015 en Arousa había 1.688 permex. Tras un repunte en 2018 que hizo que se alcanzase el techo de 1.703 activos a partir de ahí la bajada ha sido destacada. En 2023 ya se rozaban cifras históricas por lo bajo con 1.544 y el año pasado ya se tocó fondo con 1.430 y con perspectiva de ir a peor.


Mala situación económica

Los pocos ingresos de las mariscadoras respercute directamente también en las cotizaciones de las lonjas. No es el caso de Carril donde los parquistas tienen un mayor peso y donde es un sector que todavía sigue facturando bien, pero sí en otros puntos de la Ría como A Illa, Rianxo o Vilanova. De hecho no es la primera vez que los presidentes de estos pósitos advierten de que si la situación sigue así tendrán que hacer recortes para poder seguir saliendo a flote. Y aún así, hay dudas de que eso vaya a funcionar. 

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