El comercio local de O Salnés se reinventa: talleres y experiencias al estilo de grandes ciudades

Negocios de la comarca aportan un “extra” que la propia clientela ha requerido como una alternativa de ocio
El comercio local de O Salnés se reinventa: talleres y experiencias al estilo de grandes ciudades
El taller de bordado es una de las propuestas fijas de la Casa das Formigas de Cambados | MÓNICA FERREIRÓS

No es el barrio de Malasaña ni tampoco el Covent Garden londinense, pero la comarca de O Salnés ha entrado de lleno en un modelo de comercio que ofrece mucho más que la experiencia de la venta para su clientela al estilo de los grandes epicentros de la cultura y de lo exótico en las grandes ciudades. Se trata de una apuesta por –además de los productos que se comercializan en el establecimiento en cuestión– ofrecer a los clientes potenciales propuestas de experiencias y tiempo de ocio. Todo con el plus de promocionar el negocio local en una época en la que las plataformas online parecen engullirlo todo.


Crear un negocio diferente era algo que estaba en la mente de la cambadesa Cristina Padín desde hacía mucho tiempo. “O meu soño sempre foi ter unha librería. Sempre dicía que o faría cando me xubilase”, reconoce. Su ilusión se cumplió cuando tan solo tenía 27 años y fue de ahí de donde nació “A Casa das Formigas”, un pequeño espacio en la Rúa Beleco de la capital del Albariño y que se ha convertido no solo en un espacio de lectura, sino de conexión y de tejer redes, sobre todo entre mujeres. “Eu estudei Comunicación Audiovisual e gústame escoitar historias en diferentes formatos, ler, ver películas... e a Casa das Formigas é un espazo que precisamente busca iso, recoller historias en distintos formatos”, explica la cambadesa.

 

Taller de bordado casa das formigas
El club de bordado ya es un clásico en la “Casa das Formigas” de Cambados | MÓNICA FERREIRÓS


Consciente de que en la localidad ya había librerías tradicionales Cristina quiso ir un paso más allá. De ahí que naciese la idea de realizar talleres en el local de Beleco. “Moita xente dicíame que fixera algunha actividade porque o certo é que, máis aló da programación cultural que pode facer o Concello e que está moi ben, a única aposta de ocio que hai é ir de bares. Daí que me lanzase ao tema dos talleres”, reconoce.
Su propuesta fue un absoluto éxito. Arrancó con el de bordado –a modo de club y capitaneado por Lúa Mosquetera– y ya es una cita fija para mujeres que se reúnen en torno a los hilos y al bastidor. “A acollida está sendo brutal e estou moi contenta”, dice. De ese nacieron otros, como uno de macramé el pasado mes de enero, uno de “kokedama”, una técnicas japonesas de floristería y en el calendario hay otros como de elaboración de coronas o de cerámica. Este último en colaboración con la firma –también cambadesa– “Terra e Lume”. “Ao principio metíame en internet para poder programar e agora xa son os artesáns os que se poñen en contacto. Chéganme peticións de toda Galicia”, dice.


Eso sí, “Casa das Formigas” no pierde la esencia que la hizo nacer, que es la de la literatura. Acoge presentaciones y ofrece ediciones muy cuidadas de libros de todo tipo. “É complicado competir coas grandes superficies e con Amazon, por iso ofrezo cousas que son bos agasallos con edicións moi orixinais”, declara.


Las ganas de emprender tampoco le faltaron a Gema Oubiña Rodríguez. Esta joven es la que regenta “O Avó Chopo” – en la calle Doutor Tourón de Vilagarcía– un concepto que va más allá de la “comida para llevar”.
Gema –al igual que su pareja– tenía experiencia en hostelería en A Illa, pero ella misma reconoce que “un bar tal y como lo entendemos de siempre es un negocio muy esclavo y yo quería otra cosa sin abandonar lo que me encanta, que es la cocina y cocinar”. De ahí nace una apuesta que aúna la pasión por los fogones con la venta de menaje de cocina de lo más original y –como punto diferenciador– con los talleres gastronómicos. Gema ofrece varias alternativas y cursos para niños y mayores. “Tenemos el de cocinas del mundo, que son talleres temáticos y en los que exploramos cocinas de otros puntos del mundo”, explica. Por ejemplo ya ha realizado propuestas como de cocina mejicana, italiana, tailandesa o japonesa. “Un poco de todo”, incide. En estas la aceptación es brutal y a los cursos acude gente que no es solo de la capital arousana, pero que sigue el negocio de Gema a través de las redes sociales y que se desplaza porque “quieren aprender”. En estos talleres temáticos el perfil de participante es de “sobre todo, hombres, aunque tenemos de todo”. Sobre esto Gema tiene anécdotas porque a uno de ellos acudió “una señora de 87 años que quería aprender sobre masas asiáticas”.


Los “cocinillas”

Otra de las propuestas de “O Avó Chopo” son los cursos para aprender a cocinar cosas básicas. “Ahí aprendemos platos para el día a día, por ejemplo como realizar fondos para guisos y ese tipo de propuestas”, explica la joven. A mayores también tiene talleres para niños, algunos en los que los pequeños pueden acudir solos y otros en compañía de un adulto. “A los niños les encanta. Además aprenden también a comer comida que a priori no querrían, pero que se hace de otra forma y finalmente les gusta”, aclara.

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Las cocinas temáticas, como la mexicana, tienen mucho éxito de público | GONZALO SALGADO

Gema también hace catering para eventos y reconoce que este modelo de negocio “me permite tener más vida”.


Pasión por restaurar

Otra vida es precisamente la que Valentín Caamaño da a muebles y elementos de decoración. Lo hace desde su negocio “La Vitrina Blanca”, ubicado en la calle Alejandro Cerecedo de Vilagarcía. Fue hace dos años cuando decidió abrir una tienda de decoración, pero su pasión por la restauración lo llevó a reinventar un poco su negocio. “Pois empecei máis ben pola propia petición da xente que sabía que eu rehabilitaba mobles e que me solicitaba que fixese algún curso”, explica Valentín. Fue así como empezó teniendo un pequeño grupo hasta llegar a una demanda considerable que llega no solo de la capital arousana y de la comarca de O Salnés, sino de otros puntos de Galicia como pueden ser Vigo o Gondomar. “Foi o boca a boca e pouco a pouco a cousa foi medrando”, indica.


Uno de los últimos talleres que puso en funcionamiento es el de encordado en el que las participantes elaboraron un taburete con este método. “Está gustando moito”, apunta. De hecho asegura que para participar en las propuestas que ofrece “o coñecemento que hai que ter é cero”.

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Valentín Caamaño ofrece talleres de restauración de muebles en su tienda de Alejandro Cerecedo, de Vilagarcía | GONZALO SALGADO


Valentín reconoce que hace ya unos años que la rehabilitación de muebles se ha puesto de moda, tanto por el amor por lo “vintage” que tanto impera como “porque a xente quere reciclar mobles que ten pola casa, darlles un novo aire. O de tapizar tamén gusta moito”. El público que se lanza a la programación que ofrece – y que puede verse a través de sus redes sociales – es de todas las edades. “Tamén é unha forma de coñecer xente”, reconoce Valentín. De hecho indica que “moitas pasan aquí o tempo e despois quedan ou van a tomar algo”. El titular de “La Vitrina Blanca” ya tiene en mente otros talleres en otros puntos de la comarca en colaboración con comercios que hacen este tipo de experiencias. Una moda que actúa a modo de sinergia y que está creando un efecto dominó que seguramente irá en aumento en los próximos años. 

El comercio local de O Salnés se reinventa: talleres y experiencias al estilo de grandes ciudades

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