Capitanía Marítima de Vilagarcía abrió a lo largo de 2024 un total de 81 expedientes sancionadores a embarcaciones. Un número que supone un 21,3% menos que el registrado en el año 2023, según este organismo dependiente de la Dirección General de la Marina Mercante. La mayor parte de los expedientes sancionadores se abrieron a embarcaciones de recreo por falta de la titulación exigida para gobernarla, de seguro o de material de seguridad reglamentario, entre otras cuestiones.
Capitanía Marítima ha culminado su balance anual en el que, además del número de expedientes sancionadores, también figuran las denuncias interpuestas por la Guardia Civil en el mar. Son, en 2024, un total de 126 y se refieren a infracciones contra la seguridad marítima y por la contaminación del medio marino, lo que supone un 55% menos que en 2023, año enel que se tramitaron 231 denuncias. En general, según informan desde Capitanía, la reducción de infracciones detectadas está relacionada con un mayor control y también con el descenso de la actividad pesquera y marisquera en la zona.
De forma paralela Capitanía dirigió un total de 67 emergencias marítimas, entre las que destacan el hundimiento de la embarcación "Hermanos Rey", con el tráfico final de un fallecido. También se llevaron a cabo otras actuaciones que, sin emergencias, ocuparon al órgano periférico de la Marina Mercante. Un ejemplo fue la contaminación por péllets procedente del buque "Toconao".
A mayores, y dentro de las tareas de la pasada anualidad, se inspeccionaron un total de 664 buques, 18 de ellos extranjeros, para garantizar que cumpliesen con las normas de seguridad establecidas. De hecho durante 2024 en el ámbito de la Capitanía y de sus distritos marítimos (Ribeira, A Pobra do Caramiñal, Cambados y O Grove) se llevaron a cabo 4.799 despachos de buques -principalmente pesqueros, y se tramitaron 9.916 enroles y desenroles de tripulación.
Los datos se desprenden del balance anual de la Capitanía Marítima de Vilagarcía, que tiene entre sus competencias garantizar el salvamento de vidas humanas en el mar, la seguridad marítima, la prevención y lucha contra la contaminación y el control del tráfico marítimo.
Cabe recordar que fue en el año 2024 cuando, desde Capitanía Marítima, se dio un gran paso adelante con la activación de nuevas normativas que afectan directamente al trabajo bateeiro, vital en la Ría de Arousa. De hecho se reguló, después de muchos años, el funcionamiento de las embarcaciones que se dedican a la recolección de mejilla en la costa gallega y que - hasta esta nueva legislación - se encontraban en una situación de desamparo.
A mayores se revisaron cuestiones normativas y de seguridad respecto de la singularidad del entorno de Guidoiros y Rúa.