Ni la alerta por temporal ni las fuertes lluvias y ráfagas de viento frenaron a los participantes de la primera edición del Mushing de Cea. Fue en esta parroquia vilagarciana donde –en terrenos de la comunidad de montes que discurren por el Xiabre– tuvo lugar una práctica que aúna el deporte con el amor por los animales. El “mushing” nació como disciplina a raíz de las carreras de trineos tirados por perros en los países nevados. Ahora también se ha convertido en una práctica bastante habitual en otros países no tan áridos. La prueba –que puntuaba para la Liga Galega– fue organizada por el Club Kennel DEN con la colaboración del Concello y el circuito transcurrió por pistas y caminos del Xiabre, todos en el término municipal vilagarciano. “É un circuíto moi chulo”, explicaba la presidenta del club, Mónica Touriño, antes de su celebración.
Fueron alrededor de 40 los participantes que se echaron al monte con sus mascotas para disfrutar de una batalla contra sí mismos y también contra la naturaleza. El circuito era de dificultad media. Tanto la salida como la finalización de la prueba fue en el entorno del embalse de Castroagudín. Una oportunidad no solo de ponerse a prueba a nivel físico y deportivo, sino de conocer un espacio de la naturaleza vilagarciana que hace tiempo que se quiere potenciar –como así se ha hecho con diferente propuestas turísticas– para ofrecer alternativas de ocio que vayan más allá de la playa y del sol. El de Xiabre demostró estar muy a la altura a juzgar por la opinión de los participantes.