Las obras del tanque de tormentas que se están ejecutando en la explanada delantera del recinto ferial de Fexdega estarán terminadas este primer trimestre del año. Al menos ese es el plazo que maneja la Consellería de Medio Ambiente, que indica que el cronograma de los millonarios trabajos se desarrolla según lo previsto inicialmente. La ejecución de los citados tanques en la finca de A Maroma es –junto al entorno de la Praza de Abastos– uno de los puntos más ambiciosos de un proyecto que busca prevenir males mayores en caso de vertidos y también servir como contención a posibles inundaciones. Los trabajos en el subsuelo que se están realizando en Fexdega han motivado que –desde el arranque de los trabajos hace ya más de año y medio– se haya eliminado una importante bolsa de aparcamientos en pleno centro urbano. Tras los trabajos subterráneos la reposición de la explanada se hará tal y como estaban antes de la actuación, por lo que los coches podrán volver a ocuparla para estacionar.
La Consellería de Medio Ambiente también señala que se coordinará con el Concello de Vilagarcía para poner finalizar las actuaciones que quedan justo en la avenida Rodrigo de Mendoza, concretamente en la parte más próxima al parque de A Coca. Dada la repercusión que los trabajos pueden tener en el tráfico rodado –al ser esta una de las principales vías de entrada a la ciudad– se busca coordinación con la administración local para que sea esta la que fije la época del año más idónea para finalizar la actuación. En todo caso desde la Xunta entienden que todo este tramo –de unos 300 metros– estará listo antes de que termine el año.
De forma paralela los trabajos de este macro proyecto de saneamiento continúan en la zona del Mercado de Abastos y de la avenida Valle-Inclán. Ahí –según exponen desde el departamento autonómico– se continúa con las excavaciones en la segunda línea de anclajes.
Por el momento es visible que los trabajos siguen de forma activa en Fexdega y que quedan flecos pendientes en Rodrigo de Mendoza. De hecho en esta avenida todavía están colocadas las vallas de obra, aunque no hay influencia en el tráfico rodado. Lo lógico es que estos trabajos se lleven a cabo no en época estival –cuando hay una mayor afluencia de personas– sino en épocas más bajas en cuanto a turistas. Así la interrupción en posibles cortes de carriles será menos aparatosa y afectará a menos conductores.