El Pleno de Vilagarcía también aprobó, con el voto en contra del PP y la abstención de EU, un Plan de Mobilidade Sostible que servirá de guía y “estratexia” pero que, advirtió el alcalde, Alberto Varela, no será un documento como el PXOM, es decir, no tendrá carácter vinculante.
En cualquier caso, Paola María Mochales, edil de Urbanismo, defendió las líneas generales de un plan que va en la línea de las políticas realizadas por el ejecutivo socialista en materia de tráfico y urbanismo.
“Non se trata de sacar os coches das rúas, se trata de facer desplazamentos máis saudables”, apuntó Mochales, que incidió en que en el fondo de la cuestión subyace la “revolucionaria idea de que a cidade sexa para os cidadáns”. Resta valor la edil socialista a las críticas sobre las repercusiones económicas. “Non son os coches os que se paran nos escaparates e compran, son as persoas”.
Los socialistas defendieron el proceso de participación que se llevó a cabo para la elaboración del PMUS, con reuniones con vecinos y grupos políticos y que, en cualquier caso, se trata de un “documento aberto” y transversal, que servirá como guía y como “folla de ruta”. Pero que “calquera das medidas vaise falar cos veciños”, dijo Paola María.
La supresión de aparcamientos o el exceso de tráfico por el rural son algunas de las críticas principales de los grupos de la oposición.
PP y EU coincidieron a la hora de señalar las “circunvalaciones” que se crean en el rural, en zonas como Guillán o A Torre, mientras hay calles en Bamio “polas que non pasa un camión de Bombeiros”, señaló Fajardo.
“Se olvidan totalmente de nuestras parroquias porque creen que hay ciudadanos de primera y de segunda”, le espetó Granja a los socialistas, para después incidir en que se contempla la supresión de 200 plazas en Carús, A Mariña y Juan Carlos I “sin tener en cuenta las de O Ramal”. En este punto, la edil señaló que se trata de previsiones, que se pueden reducir esas, “la mitad o ninguna”. Mochales reprochó a Fajardo que no acudiese a las reuniones, “aínda que cambiemos as horas”, dando lugar a un agrio debate, en el que el alcalde llegó a advertir al edil de EU de que “no me vuelva a llamar macarra”. Finalmente el Plan de Mobilidade Urbana Sostible fue aprobado con los votos de PSOE y BNG.