La retirada de una profesora de apoyo del aula de 3 años del colegio Rosalía de Castro, de Carril, fue la gota que colmó el vaso de unas familias que llevan años esperando por el arreglo de las instalaciones, en cuestiones tan básicas como los aseos. Desde que en 2017 se pidió esta obra, solo se cambiaron seis de los once que hay en el centro, pese a las reiteradas promesas.
Las familias, que se concentraron esta mañana a las puertas del centro, señalan que el estado de los baños "que teñen que usar os nosos fillos" es "deplorable", hasta tal punto que algunos niños "aguantan as súas necesidades durante toda a mañá para non ter que facer uso deles".
También está pendiente el cambio de las ventanas, ya que el nivel de condensación provoca que el suelo esté siempre húmedo "e patínase" y que "aínda tendo a calefacción ao máximo, non se consegue solventar o problema".
Ambas actuaciones las comprometió la Consellería de Educación ya en 2018, cuando anunció que se harían por fases, y volvió a asumirlas en 2022, hasta tal punto que en mayo del año pasado enviaron a personal para presupuestarlas y, así, poder llevarlas a cabo en las vacaciones de verano. "Estamos casi en febreiro de 2024 e as obras non teñen previsto realizarse", lamentan desde la ANPA.
Otra reivindicación afecta al parque infantil, "se se lle pode chamar parque", donde hubo que retirar todas las piezas de juego por el mal estado, evitando así que algún niño se hiciese daño. "Pedimos que se faga un espazo decente e seguro", señalan las familias, que a todas estas demandas reciben la misma contestación de la administración autonómica. "A resposta que nos dan e que estamos nunha lista de espera e temos e hai que esperar a que lle toque o turno ao noso centro. E a nosa pregunta é: Ata cando?".
A todo este malestar se suma lo acontecido con la profesora de apoyo educativo del aula de tres años, que pasó a ser tutora de la nueva aula tras el desdoble de 6º de Infantil. Una medida que desde la ANPA ven como necesaria, pero rechazan que no se implementara con más personal, lo que obliga a que la atención reforzada para los niños más pequeños del centro se haga cada día con un docente distinto, "o que está de garda".
"Quedamos sen esa figura tan necesaria para os cativos nestas idades de transición", lamentan las familias. Al no haber un número fijo de profesores, esta atención depende de las necesidades de otras clases, ya que dichos profesores ya cubrían las ausencias puntuales. Mientras la Xunta apela a la optimización de recursos, desde la ANPA defienden que, por ley, "corresponde unha profesora de Apoio Educativo para as tres unidades de Infantil".
Esta mañana tuvieron la primera concentración, que contó con respaldo político. El alcalde, Alberto Varela, señaló que "a nosa cidade está completamente ausente" de las inversiones de la Xunta y lamentó que se cumpla "a regañadentes" un acuerdo plenario que exigía el desdoble pero con más personal. "Esperemos que a Xunta non se declare incompetente", dijo el regidor socialista. También estuvieron representantes del BNG. La ANPA advierte de que, si no hay reacción por parte de la administracióna utonómica, habrá más protestas.