Reportaje | Bares, qué lugares: Los 55+25 años del Derby y su camino a espacio gastro

Reportaje | Bares, qué lugares: Los 55+25 años del Derby y su camino a espacio gastro
Josu00e9 Dieste Navazas es el gerente del Derby | Gonzalo Salgado

Si las paredes hablasen, muchos secretos saldrían a la luz. Especialmente, si esas paredes son de un bar. Y, más en concreto, de un bar con ocho décadas de historia. Es el caso del Derby, un templo hostelero en Vilagarcía que cumple no ochenta, sino 55 + 25 años. Un motivo muy poderoso para una celebración potente, que lleva ya cerca de un mes llenando el coqueto local situado en pleno Rey Daviña.


Son tres generaciones las que pasaron por el Derby, la última la de los José Dieste (Cores y Navazas, este último ahora al frente), desde que se fundó, en 1944. La pretensión es unirlas a todas (a un representante de cada una, se entiende) en el gran aniversario que se celebrará el domingo 30 de junio. El Derby no cuenta con la ventaja de estar en zona hostelera, como Méndez Núñez o A Baldosa, pero es ya memoria viva de la ciudad. Buena parte de su éxito, su supervivencia, radica probablemente la capacidad que tuvieron sus gerentes para adaptarse a los nuevos tiempos.


Precisamente la primera reforma que se hace del Derby es para convertirse en hotel, cuando José Dieste Cores coge las riendas, tras un parón de cinco años. De su mano, su hijo aprendió hostelería a base de “pulular por todo el local” y con los valores sacrificio y la inquietud por conocer grabados a fuego.


Hace algo más de quince años llegó de la mano de Dieste Navazas, que también introdujo los cambios en la carta y sobre todo, en la “parte líquida”. El vino se convirtió en seña del Derby. “Desde 2008 fuimos cambiando un poquito el local. Volvimos con vinos de granel, que es lo que se hacía antaño, pero remasterizado con vino nuevo”, explica el gerente del local.


Son más de 1.700 referentes los que convirtieron al Derby en Mejor vinoteca en 2020. Durante estos años, explica José Dieste, el local de Rey Daviña pasó de ser “un bodegón a una casa de comida y, de ahí, a un espacio gastronómico”, ofreciendo, por ejemplo, la divertida posibilidad de tomar una “cunca de viño”, de las de toda la vida, pero con un caldo de calidad.

 

 

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Actos de aniversario


También en el ámbito de la cocina el Derby, uno de los primeros en ofrecer menú del día, fue cambiando con los tiempos, de nuevo con la estela de Dieste Cores siempre marcando el rumbo. “Era un gran cocinero”, recuerda su hijo. Ya hace años que comenzaron a aplicar conocimientos científicos a sus recetas, lo que se llama cocina molecular, con la formación del cliente entre sus estrategias. Pero sobre todo, con una premisa: El kilómetro cero. Los productores de la zona son los grandes aliados de la carta que ofrece el local de Rey Daviña, que en 2020, con la pandemia y el confinamiento experimentó uno de esos ciclones sobre los que se asientan sus cimientos. De nuevo, hubo que reiventarse. “Estamos habituados”, reconoce José Dieste. Con el Delivery, una carta específica para llevar a casa, lograron convencer al público.


Fue un momento duro, pero el más llegó, como se intuye ya, con el fallecimiento, hace un año, de José Dieste Cores. “Siempre estábamos hablando de no perder el local”, recuerda su hijo. Por ello, llega el momento de celebrar las ocho décadas o, como reza el lema, los 55 +25 años del Derby. Durante estas semanas ya se pasaron por Rey Daviña los sumilleres Ferran Centelles y Patricio Zarate. El final de junio llegará con una romería. Coctelería con Xaime Trigas, la mejor cerveza y nada de beber con el estómago vacío: A los fogones estarán Iván Domínguez, Juan Crujeiras, Teo Ianotta, Rodrigo Lojo y Alba Aguiar y Álex Falcón (D’Leria). El Derby sopla las velas rodeado de amigos y con deseos por cumplir:  crear una bodega”, anuncia Dieste. 

 

Ricardo Santamaría | “Desde el inicio buscamos la cercanía de clientes y proveedores. La economía circular”

Ricardo Santamaría es el gerente del bar La Malquerida, que en noviembre cumplió una década de vida. El mal tiempo no permitió celebrarlo como es debido, pero todo está preparado para que pueda hacerse este verano. El establecimiento situado en la Alameda sopla diez velas con un nuevo proyecto, A Alacena do Alboio, tienda gourmet situada a escasos metros del bar.

 

¿Dónde está la clave del éxito para llegar a los diez años? 
Creo que es que desde el inicio buscamos la cercanía de clientes y proveedores. La sostenibilidad, que ahora está tan de moda, era algo que ya teníamos claro. La economía circular te ayuda a no estar sometido a lo que luego vimos cuando dependes de esa globalización, como los transportes o que la carne suba muchísimo de precio porque el ganado come un grano que viene de Ucrania, por ejemplo. El chico que me vende a mí la carne me comentaba que a él los costes le subían muy poco porque tiene las vacas sueltas y comen, sobre todo, hierba. Quien dice la carne, dice la verdura, que es de una huerta de Zamar que a veces visitamos con los alumnos de Rubiáns para que vean y palpen lo que comen.

 

El coronavirus fue el momento más duro, pero también nos hizo frenar en seco. Antes cerrábamos mucho más tarde que ahora
 


¿Cuál fue el momento más difícil y el más bonito en este tiempo? 
Los buenos son todos los días. El más “chungo” creo que es el que todos tenemos en mente, ese cierre por la pandemia. Pudimos seguir porque teníamos soporte, pero mucha gente se quedó ahí. No nos vino mal del todo, porque frenamos un segundo en seco y vimos que se podían hacer las cosas de otra manera. Que se puede hacer fiesta de día. Antes cerrábamos mucho más tarde.

 

¿Y se plantea seguir a largo plazo en La Malquerida? 
Siempre dije que no iba a ser el negocio con el que me iba a jubilar, pero ahora sí que lo veo porque te permite hacer cosas distintas sin moverse del sitio. 

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Ricardo Santamaría

 

 

Rafael Barreiro | “Los más bonito es ver entrar a los hijos de los clientes originales del bar, en los años 2000”

Los hermanos Barreiro Moroño abrieron el bar La Bolsa en el año en el que muchos auguraban un gran apagón. Así pues, para 2025 cumplirán el cuarto de siglo. Hace ya dos décadas que detrás de la barra está Rafael, el pequeño de los tres, ya que Manuel y Avelino cambiaron la hostelería por otros sectores profesionales. Con el bar metido en la cabeza desde que era bien niño, el gerente de La Bolsa asegura que allí ve su retiro, poniendo copas y cañas. Los fogones no son lo de él.

 

¿Cómo fueron sus inicios en la hostelería?
Ya de pequeño me gustaba ayudar en el bar de los padres de un amigo. Después, mis hermanos trabajaban en bares de copas y me llamaban la atención. Empecé a los 15 años, recogiendo copas y, al año siguientes, mis hermanos cogieron el primer pub del Río, desde 1997 hasta 2000, cuando dan el salto a La Bolsa. Yo mientras era camarero de cafeterías y bares de vinos y me fui animando. Cuando Manuel y Avelino deciden dejar la hostelería, me veo con fuerzas para coger La Bolsa y aquí sigo, veinte años después. Aprendí muchas cosas  que no sabía. Me fui formando, por ejemplo, en vinos.

 

Siempre digo que mi jubilación será en La Bolsa, porque la hostelería me da vida. El próximo año hacemos 25 y espero hacer 50 



¿Qué fue lo mejor y lo peor de todos estos años?
El noventa por ciento de las personas que conozco es gracias al bar. En los 28 años que llevo en la hostelería, lo más duro fue la pandemia, porque no se veía muy claro cómo íbamos a salir. Momentos felices hubo muchos. Lo mejor es el trato del día a día. Ahora me hace muy feliz es ver en mi local a los hijos de los clientes originales, los de los años 2000.

 

¿En un futuro se ve jubilándose en La Bolsa?
La Bolsa será mi jubilación, La hostelería me da vida y me da alegría. 

 

Rafael Barreiro
Rafael Barreiro

Reportaje | Bares, qué lugares: Los 55+25 años del Derby y su camino a espacio gastro

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