“Que las tiren”. Esa es una de la propuesta de los vecinos de A Torre para las escaleras que van a dar al parque de Rúa Amizade y al centro cultural y deportivo del barrio. Una estructura de madera que se encuentra totalmente deteriorada, con los tablones podridos por la lluvia y varios de ellos desaparecidos.
Explican los residentes en la zona que, el hecho de que las tablas vayan desapareciendo a un ritmo tan rápido se debe también a la acción humana, por lo que temen que los más jóvenes del lugar se hayan saltado la “prohibición” que se improvisó, ante el evidente peligro, y que consiste en dos maderas cruzadas al inicio de la escalera.
Conectan un antiguo merendero, que se emergía sobre acacias y eucaliptos ya desaparecidos -y que ahora, al perder la sombra perdió también el sentido- y el citado parque infantil, donde hay unas mesas y sillas que los vecinos creen que se podrían arreglar.
Sin embargo, lo más urgente para ellos es que se busque una solución para la escalera, ya sea repararla o derribarla, para evitar que algún juego acabe en un accidente con consecuencias graves, ya que el desnivel es considerable. También reclaman que se reponga el vallado del mirador, para evitar posibles caídas, que serían también de varios metros.
Antes de llegar a esta zona, muy cerca de la plaza principal de A Torre (donde se celebran las fiestas), se encuentra el antiguo lavadero y la fuente, todavía utilizada. La zona, tanto en las juntas de las escaleras como en los alrededores del caño, crecen hierbas que los vecinos ya ironizan con que “parecen berzas”. Por otra parte, piden que se actúe en el pabellón, muy utilizado y cuya entrada se inunda con frecuencia.