La Xunta de Galicia acaba de incorporar al Catálogo de Árbores Senlleiras a cinco formaciones del Pazo de Rubiáns, en Vilagarcía. Con estas nuevas incorporaciones al catálogo registra ya 202 elementos: 155 árboles y 47 formaciones de 84 especies diferentes repartidas por toda la geografía gallega. En este registro público se incluyen todos aquellos árboles y formaciones destacables que merecen una conservación y atención específica, de acuerdo con sus excepcionales características de porte, proporciones, edad, rareza, significación histórica o cultural, interés científico, educativo, estético, paisajístico o cualquier otra circunstancia que las haga merecedoras de una especial protección.
Cabe recordar que los jardines del Pazo de Rubiáns datan de finales del siglo XVII, que es cuando empieza el ajardinamiento de la zona más próxima al Pazo y del área conocida como estanque de las ranas. Posteriormente se lleva a cabo un importante incremento de las áreas ajardinadas con la introducción de muchos ejemplares arbóreos, entre ellos algunos que actualmente forman parte del Catálogo Galego citado. Con la incorporación de otras cinco nuevas formaciones el Pazo de Rubiáns acogería ya ocho elementos “senlleiros”.
En concreto se trata de una formación de criptomerías elegantes compuesta por 10 ejemplares de grandes dimensiones cuya plantación se corresponde con la ejecución de ajardinamiento realizado a finales del siglo XVIII.
En el caso de los calocedros el conjunto reúne 14 ejemplares de grandes dimensiones y copas equilibradas. Las bases de los troncos están provistas de gruesos contrafuertes que no desfiguran su contorno circular. Los troncos forman la cruz a más de cinco metros de altura, ramificándose en potentes brazos, algunos de los cuales empiezan su crecimiento horizontalmente, paralelo al suelo, levantándose después para configurar la característica arquitectura de la copa en forma de candelabro.
En lo que respecta a la formación de camelias se trata de 10 ejemplares que posiblemente sean los primeros árboles de esta especie plantados en Vilagarcía, regalo del duque de Camiña de Portugal al señor de Rubiáns y que se plantaron a principios del siglo XIX. Por último la formación de magnolios está conformada por dos ejemplares únicos, que destacan por sus dimensiones (30 metros de altura) y su plantación está fechada en el siglo XVIII. La última incorporación al catálogo del Pazo de Rubiáns está integrada por cuatro criptomerias japonesas de 35 metros de altura, plantadas a finales del siglo XVIII y con tronco recto de gran anchura, tal y como señalan en la Xunta.
De cara a la protección de este tipo de elementos naturales la Xunta de Galicia pone a disposición de sus propietarios desde hace años dos líneas de ayudas para contribuir a su conservación, que está previsto que se publiquen en el DOG en las próximas semanas.
En concreto en el próximo año 2025 se reservan 30.000 euros para concellos o agrupaciones locales titulares de alguno de estos elementos emblemáticos y otros 60.000 euros para propietarios particulares. El importe de las ayudas podrá cubrir hasta el 100% de los gastos subvencionables entre los que incluyen trabajos de poda y control de la copa, tratamientos fitosanitarios, retirada de elementos perjudiciales o acciones de divulgación y señalización. Para esto también hay ayudas concretas.