Muchos sectores y empresas no ven paralizada su actividad tras decretarse el estado de alarma para contener la expansión del coronavirus.
Uno de los sectores que no ha parado durante esta crisis es el de marketing. Empresas como Gift Campaign siguen al pie del cañón para ofrecer un mejor servicio a los negocios que, como ellos, todavía siguen en marcha.
El cierre de colegios fue la primera medida que se tomó. El Gobierno propuso unas recomendaciones para trabajar desde casa. Un concepto muy novedoso llamado “teletrabajo”, que muchas empresas ya están aplicando.
Las cosas han cambiado, pero los productos de primera necesidad siguen a tu disposición. Los supermercados, farmacias, gasolineras, estancos y quioscos son los servicios mínimos más necesarios dentro del estado de alerta.
Los grandes supermercados han tomado medidas muy similares entre ellos. Los horarios son más restrictivos, se limita el aforo y los artículos por persona. Algunos servicios que ofrecen se han visto suspendidos, como la sección de comida preparada, entre otras.
Los sectores del comercio minorista y de primera necesidad permanecen abiertos. Fruterías, carnicerías, pescaderías, panaderías y pequeños supermercados resisten a esta crisis del coronavirus para poder ofrecerte sus servicios.
No sólo la alimentación es esencial para no paralizar un país durante una crisis sanitaria.
Las farmacias permanecen abiertas aunque cuesta encontrar desinfectante o mascarillas.
Los quioscos y estancos tienen permiso para permanecer abiertos pero cumpliendo unas medidas de seguridad y de prevención.
Si vas a bares, restaurantes o cafeterías es importante que sepas que permanecerán cerrados salvo alguna excepción. Sí que puedes pedir comida a domicilio y también puedes recoger la comida allí, pero no puedes quedarte en el establecimiento.
Durante el confinamiento no es raro que puedas sentirte solo, agobiado o ansioso. Los quioscos y algunos estancos ofrecen muchísima variedad en revistas y libros de entretenimiento. Estos artículos permiten sobrellevar mucho mejor un aislamiento obligado.
Aunque no pertenezcan a la categoría de comercio minorista, sí podrás asistir a sucursales bancarias, clínicas de odontología o fisioterapia. También las tiendas de audiovisuales, papelerías y comercios por internet.
Las papelerías te ayudarán muchísimo. Puedes encontrar material de oficina que necesites para teletrabajar, libros para entretener a tus hijos durante la cuarentena o cuadernos para distraerte durante el confinamiento.
Puedes pedir por internet lo que necesites. El servicio de Correos es público y sigue activo con horario reducido. Recuerda que no debes hacer un uso irresponsable de él durante una crisis sanitaria como la del coronavirus. Ellos también tienen riesgo de contagio.
No sólo lo básico permanece. Son muchas las empresas que se mantienen abiertas a través del teletrabajo debido al cierre del estado de alarma.. Estas empresas permiten que muchos otros negocios básicos puedan funcionar.
Empresas del mundo textil se han volcado durante la crisis para confeccionar material sanitario. En farmacias y centros sanitarios comenzaron a escasear mascarillas y guantes desde el inicio de la pandemia.
Sólo permanecen abiertos los comercios y negocios que el Gobierno considera de primera necesidad. Muchos otros permanecen abiertos virtualmente a través de internet.
La red se ha convertido en tu salvación si eres empresario durante esta crisis del coronavirus. Tiendas de ropa, de artículos de regalo y más obtienen una puerta de salida para evitar pérdidas.
Tengas una pequeña o gran empresa, puedes continuar trabajando a través de internet. Puedes mantener tu aplicación o tu página web activa en la que puedes realizar los pedidos.
Las compañías de reparto, además de Correos, siguen en activo pero con reducción de personal. El pedido llegará, sí, pero quizás no cumpla el tiempo estimado de entrega.
Esta crisis sanitaria es una buena oportunidad para aprender. Debemos diferenciar lo que consideramos imprescindible de lo necesario cuando queremos obtener un servicio.
El coronavirus nos impone parar. Esta pausa permite ver qué es lo más importante cuando todo se desmorona. Todas las piezas de la máquina son importantes para funcionar, pero sin los engranajes esenciales, nada tiene sentido.
Con el cierre de fronteras o la limitación de salir a las calles echamos de menos lo que se nos ha prohibido, el contacto real. Debemos valorar de nuevo los abrazos, los besos, la amistad, la familia, el trabajo...
Jamás olvidemos que una parte pequeña de la sociedad sigue en funcionamiento para poder hacer frente a esta lucha. Sin ellos, sería imposible combatir el coronavirus.