Arousa vuelve a los institutos con dudas sobre la viabilidad de las aulas “on line”

Arousa vuelve a los institutos con dudas sobre la viabilidad de las aulas “on line”
El alumnado de Secundaria y Bacharelato regresa a las aulas con fuertes medidas de seguridad y la incertidumbre de la semipresencialidad | g. salgado-chechu río

Duna Oubiña es alumna del instituto Castro Alobre de Vilagarcía, el único de la comarca de O Salnés que impartirá el Bachillerato en modalidad semipresencial ante las dudas que ello genera. Esta incertidumbre marcó el arranque de las clases de los institutos en Arousa, una jornada de huelga que fue seguida de forma irregular tanto en O Salnés como en O Barbanza. “Estou moi preocupada porque son alumna de segundo de Bacharelato e hai que ter en conta que vimos dun primeiro curso que quedou a medias porque nos pillou a pandemia e que agora nos imos preparar para a proba de acceso á universidade en desigualdade con outros centros e alumnado. O exame é o mesmo para toda Galicia”, explica Duna. Ella, diagnosticada con TDHA, señala que “non podemos conformarnos porque a semipresencialidade non pode ser unha opción. Eu, por exemplo, fun incapaz de concentrarme para facer algo durante o confinamento.

Con isto o que se fai é mermar a calidade educativa”. Su voz fue escuchada en una reunión mantenida ayer por la tarde en el instituto en la que estaban profesores, miembros del ANPA, padres y alumnado. De ella no salió acuerdo de emprender medidas de protesta o movilizaciones más allá de que se puso sobre la mesa la opción de recoger firmas para enviarlas a la Consellería. “Está en juego el futuro de nuestros hijos”, advertía una madre. Y es que la propia directora del centro, Mariola Rodríguez, reconocía que no cuentan con los medios técnicos necesarios para realizar las clases a distancia. “Como se van facer as consultas cos profesores? Imos ter material ao mesmo tempo que o alumnado que está na aula?”, se preguntaba uno de ellos. La respuesta, en el aire. De hecho todavía no se ha decidido si serán todos los profesores los que impartirán clases en “streaming” o si se grabarán dando clase y subirán el resultado en el aula virtual. Eso sí, lo que está estipulado es que habrá dos subgrupos que acudirán al centro en semanas alternas para favorecer también el aislamiento en caso de contagio. Los 11 profesores -frente a los 22 que se pidieron desde la dirección del centro- que finalmente concedieron al Alobre no son suficientes para llevar a cabo unos desdobles que garantizarían la presencialidad total aunque con matices dado que el alumnado ha aumentado incluso más desde que la dirección del Alobre elaboró el proyecto para solo clases presenciales. Algo que sí se ha conseguido en el Asorey de Cambados. Eso sí, con horarios que los propios padres califican de “inasumibles”.  De hecho hay alumnado que entrará a las 15.30 horas y habrá días que saldrá a las 22.20, algo incompatible con las actividades extraescolares que muchos de ellos realizan.

La jornada de huelga tuvo una incidencia más bien baja en los centros a nivel alumnado y los protocolos se aplicaron sin problemas en la mayor parte de los institutos. La responsable de CIG-Ensino en O Salnés, Marta Ferreiro, volvió a denunciar en la concentración celebrada por la mañana en la Praza de Galicia los “abusivos servizos mínimos” en cuanto a profesorado implantados por la Consellería de Educación y también la “improvisación” a la hora de dictar los protocolos de actuación. 

En la mayor parte de los institutos de O Salnés la vuelta a las aulas de Secundaria y Bachillerato -que se hace de forma escalonada- se realizó sin incidencias. Uso obligatorio de mascarilla, hidrogel a la entrada y distancia de seguridad implantada. Una nueva normalidad que los más pequeños empezaron a experimentar ya hace unos días y que llega para quedarse al menos unos meses.

En O Barbanza 
En O Barbanza la práctica totalidad del alumnado matriculado en ESO, Bachillerato y ciclos acudió a clase. En el instituto número 1 de Ribeira se estrenará también la semipresencialidad en Bachillerato -primero y segundo- por lo que cada semana harán una tanda de entre seis y ocho alumnos por clase que seguirán su formación desde sus casas. Lo harán una media de cuarenta días al año, dado que ni la colocación de mamparas permitía la total educación presencial. En el resto de los centros educativos de enseñanza secundaria o ciclos formativos de la comarca barbanzana el inicio de curso se realizó sin incidencias. Ocurrió en el Leliadoura, en el de A Pobra y en el de Espiñeira, quedando para hoy el inició del curso en los de A Cachada y Praia Barraña.

Todos los centros tuvieron que adaptarse en el tema de aulas y distribución a la nueva norma y al protocolo de la Xunta pero tanto por las características de los edificios como por el bajo nivel de matriculación respecto a otros institutos, no será necesario optar por la semipresencialidad en la enseñanza, muy cuestionada por la comunidad educativa.

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