Diario de Arousa lleva 20 años en los kioscos. El más antiguo de Vilagarcía está en Carril, se llama “Waldina”, el nombre de una joven de 17 años que lo abrió en 1944 y lo mantuvo en cuatro diferentes ubicaciones de la localidad a lo largo del tiempo. “Al principio mi madre vendía novelas de cambio y material escolar”, relata su hijo Fernando Pereira, que tomó el relevo en la mítica librería carrilexa en el año 1986. “Aquí vendimos de todo, periódicos que abrieron y después cerraron”, explica Nando. “Mi madre iba a buscar la prensa a Vilagarcía y siempre se fue reinventando en la librería para sacarnos adelante”.
El nacimiento del Diario de Arousa en 2001 fue un punto de inflexión en la venta de prensa escrita del kiosco y una satisfacción personal para Nando. “Yo quiero trabajar lo de casa y vender lo de casa, siempre estuve implicado en mil cosas, a través del Gato de Negro, el balonmano...”, amén de sus muchos años siendo la voz de la Radio Galega en A Lomba en los partidos del Arosa. “Mi periódico de cabecera desde que nació es el Diario de Arousa, es el primero que coloco a la derecha en el mostrador de la prensa, para que esté bien visible”. La acogida que tuvo el Diario cuando salió a la calle hace veinte años fue impresionante, como recuerda Nando, que fomentó su lectura entre sus clientes. “Desde el principio vendí muchísimos porque me interesaba que el Diario fuese para adelante, es el periódico que más salida tenía”, recuerda con cierta nostalgia. “Ahora bajó mucho la venta de la prensa escrita tras el boom de Internet y las ediciones digitales”, reconoce. “Pasé de vender más de doscientos periódicos a menos de la mitad en los últimos años”. Pero sigue siendo un reclamo para personas de edad madura, “a la gente mayor le gusta leer las noticias en papel, el que lee papel no cambia”, analiza de acuerdo a la experiencia que le avala después de 35 años.
Nando heredó de su madre Waldina la capacidad para amoldarse y mantener a flote el kiosco, donde se puede encontrar una llamativa colección de libros de segunda mano. Hace unos años se especializó en el mundo de los cómics y se mantiene como punto de recogida de paquetería. “Yo vendo de todo, se me da bien”. Con esa habilidad, tener en sus manos todos los días un producto de información local cuyos protagonistas son sus vecinos es una bendición. “A las 8 de la mañana ya tengo ojeados todos los periódicos, cuando veo que en el Diario viene alguna noticia local, como por ejemplo del marisqueo o de Cortegada, aviso a los clientes y les animo a comprarlo. Si hay alguna noticia de Carril con fotos, cuelgo el Diario directamente abierto en el exterior para que la gente lo vea y lo compre”, relata. “Si llega un dudoso o alguien de fuera y me dice que quiere un periódico para leer noticias locales siempre les recomiendo el Diario, está muy bien porque las secciones están separadas por zonas: Vilagarcía, Cambados, A Illa... eso vale mucho y se vende mejor”.
Con el cierre del Restaurante Loliña, la librería Waldina es un reducto en Carril, un establecimiento capaz de sobrevivir al paso del tiempo y a sus cambios. “No hay negocio que aguante aquí. Yo vivo más de la gente de alrededores que de la propia de Carril”. Si bien no se puede entender la localidad y su vida cotidiana sin el kiosco “Waldina” y sin Nando Pereira, que rinde homenaje a su madre al mantener su legado. Personas que hacen comunidad e identidad, la misma finalidad con la que nació y perdura Diario de Arousa.