La recuperación está sucediendo a ritmos diferentes según la situación geográfica siendo más avanzada en Estados Unidos que en Europa, pero lo que está siendo unánime es la inflación que repunta y que podría quedarse durante más tiempo de lo que cabría esperar. Este panorama provocará un cambio radical de estrategias en la inversión y en el ahorro que sacará del estado de confort hasta a los ahorradores más tradicionales para contrarrestar el impuesto silencioso que es la inflación, sus efectos no se perciben a corto plazo, pero realmente nos hace perder poder adquisitivo, por ejemplo un salario de 1.000 euros con una inflación de 2%, se convierte en 980 euros en sólo 12 meses, con un efecto acumulativo.
¿Cómo podemos preservar el valor de nuestro patrimonio ante una inflación? La respuesta a esta pregunta es muy repetida pero muy cierta “siga el gran capital y tendrá éxito”, ya que en España en la última década se ha triplicado el crecimiento de los grandes capitales. Esta corriente no se ha dado únicamente a las grandes fortunas, si no que se ha producido a todos los niveles, ya que el ahorro de las familias está en máximos según el Banco de España, parte de este ahorro corresponde a fondos de inversión.
Un fenómeno que estamos detectando en esta nueva era son las operaciones de reestructuración empresarial, sobre todo fusiones y adquisiciones, lo que hace posible una concentración de capital y aumento de patrimonio en muchas familias. Por otro lado, el efecto de los mercados financieros ha ayudado a que se incrementase sustancialmente el patrimonio de los grandes capitales, que a pesar del difícil año de crisis del 2020, sus rentabilidades están entre el 3% y el 6%.
¿Cómo podemos preservar el valor de nuestro patrimonio ante una inflación?
La respuesta a esta pregunta es muy repetida pero muy cierta “siga el gran capital y tendrá éxito”
Al final, las necesidades de grandes o pequeñas empresas, grandes inversores o inversores particulares, no es muy diferente, la esencia es preservar el patrimonio de cara al futuro y obtener crecimiento. Sintomático de ello, es el interés que las nuevas generaciones han manifestado en aprender y comprender las finanzas y productos de riesgo (como el furor de las cripto), manteniendo una coherencia en su modo de vida, trabajo e inversiones, alineados con sus valores. Aunque el Gobierno ignore este nuevo interés entre los jóvenes, restando peso a la asignatura de economía en la educación, eliminando del currículo de la ESO el estudio de los planes de pensiones y la inflación, la inflación no es para ignorarla puesto que España en el mes de octubre registró una inflación del 5,5%, la más alta en tres décadas, por lo que el objetivo ecuánime a medio plazo de las grandes o pequeñas empresas y grandes o menores fortunas es igualar a la inflación y a largo plazo batir la inflación, neutralizar la subida de impuestos.