El PP de O Grove logró aprobar ayer en solitario, con la abstención del resto de la oposición y el gobierno, una moción para apoyar la propuesta de la Xunta en la negociación del nuevo convenio de cofinanciación de los GES en Galicia para 2022-2024 y que incluye un subges para la localidad. A pesar de que esto supondría solo seis efectivos y la plantilla del servicio municipal es de 13, para su concejal Víctor Otero ofrece “vantaxes” como “reducir a carga económica” del Concello a la hora de pagar este servicio, “aínda que pouca”, reconoció, además de “unha mellora salarial dos traballadores e entrar nas liñas de reparto de ayudas para material, que é moi costoso”.
En concreto, este subges serían 170.000 euros de los cuales, la Xunta aportaría 90.000 euros, la Diputación 68.000 y el Concello un 7,5 %. Pero el problema es que la institución provincial se levantó de la mesa de negociación porque “a Xunta quixo impoñer” sus criterios, señaló el alcalde, Jose Cacabelos, según le han trasladado. Y es que supondrá un aumento de la aportación de la provincial pues es su obligación aportar en materia de emergencia en concellos de menos de 20.000 habitantes. Sin embargo, Otero le dejó claro que como “concelleiro do Grove non me preocupan nada os cartos que teña que aportar, o que me interesa é que negocien para mellor o servizo grovense”.
A este respecto, el propio regidor y el portavoz del BNG, Heladio Outeiro, reprocharon al popular que la previsión es que la Xunta use el fondo de cooperación local para cubrir el aumento de su aportación, así que “ao final tamén nos resta aos concellos”, expuso Cacabelos. No obstante, el regidor propuso cambiar la demanda de un subges por un GES, que es lo que llevan años pidiendo porque supondría financiar 12 efectivos de los 13 que tiene el servicio municipal, que ahora se financia con un convenio anual a tres bandas (Xunta, Diputación y Concello) y que “está obsoleto”, como explicó el regidor, pues solo cubre media plantilla y seis meses de trabajo, pero la realidad es que el doble y funciona los 365 días del año, así que malamente cubre una parte (150.000 euros) de los casi 400.00 euros que aseguró el regidor cuesta al año.
Pero el popular mantuvo la moción pues “polo menos é un paso”. Así las cosas, el resto de grupos, a la espera de que la negociación se retome, optaron por la abstención.
En cambio, el gobierno socialista aplastó con su mayoría otra propuesta de los populares para exigir al Ministerio de Transportes un cambio de criterios en la línea de concesión de ayudas de los Next Generation para movilidad sostenible. La portavoz, Beatriz Castro, destacó que sobre todo su objetivo es que se cambien pensando en futuras líneas que vendrán de estos fondos europeos para la recuperación postcovid, pues estas solo estaban destinadas a localidades de más de 50.000 habitantes. Lo hizo cuando el resto de grupos le reprochó que se dice claramente que esas ayudas no eran para una villa como O Grove sin competencias directas en materia de transporte.
El más duro fue Cacabelos, a quien le parece “curioso” que la propia consellería de Infraestruturas le plantease esto cuando le pidió que incluyese viejas demandas, como la mejora del vial de A Lanzada-San Vicente y un convenio para reformar Antonio Mestr, en los próximos fondos estructurales y de cohesión de la UE como hicieron con proyectos parecidos recientemente ejecutados en concellos gobernados por el PP de la comarca (Sanxenxo y Vilanova), o eso fue lo que le dijeron, aseguró, cuando preguntó por ello. Sin embargo, aseguró que no ha obtenido respuesta, así que “isto que me traen aquí e rirse do Grove”, dijo el alcalde insistiendo una vez más en el agravio que asegura comete la Xunta con la villa.
Es más, le adelantó que para futuras ayudas del Next Generation pedirán que no pase por la Xunta porque “sempre nos deixa fora” y así se refirió también a la reciente negativa al Plan de Turismo Sostible grovense cuyos motivos aseguró desconoce. Esta cuestión le extraña a Castro, que también le pidió que “entonase el mea culpa” ante “a lista de subvencións perdidas por non facer cousas ben” desde el Concello y que dejase de “botar a culpa a outras administracións”.