En una época en la que se hace todo a lo grande para triunfar, en O Piñeiriño, un barrio de Vilagarcía, lo están consiguiendo pero, precisamente, con todo lo contrario. Si Vigo, con sus luces, abrió la veda para el despiporre energético en Navidad, estos vecinos de la capital arousana tiraron de imaginación y lograron el objetivo, que su árbol, esté a un paso de formar parte del libro Guinness de los récords por ser el más pequeño del mundo.