En 1895, un joven Picasso pintaba un paisaje coruñés. Siempre se identificó como ‘Montaña de Santa Margarita’, pero resulta que un vistazo a fondo de la obra, y de referencias de la época, nos ha hecho ver que no se había ubicado del todo bien lo que veía el joven creador durante su etapa coruñesa. Resulta que el molino que pintó reflejaba otro espacio igual de coruñés como el Agra do Orzán.