La emoción presidió el acto de despedida de la política municipal de Lino Mouriño tras una etapa de 13 años como concejal socialista. El hasta ayer edil de Obras e Servizos recordó su etapa arropado por sus compañeros de partido en un acto que se convirtió en un valle de lágrimas, donde los sollozos y los pañuelos en los ojos y en las narices eran una constante. Pensarán ustedes que se va a un país lejano, pero no, se queda. Se ve que ha dejado huella.