La directiva que indica que el servicio de recogida de residuos sólidos urbanos no puede ser deficiente ha obligado a los ayuntamientos a actualizar sus tasas y cuando se toca el bolsillo de los vecinos suelen saltar chispas. Es lo que ocurrió ayer en el Pleno de A Illa, donde los pisos turísticos pagan más que el resto y sus propietarios no quieren.