Mira que no habrá asuntos sobre los que hablar y debatir en Vilagarcía para que los concejales de los diferentes partidos se empeñen en replicar los discursos y el argumentario de sus partidos a nivel estatal. Y es que poco o nada pueden arreglar los ediles vilagarcianos sobre las decisiones que toma Puigdemont o si el ómnibus con las medidas sociales se aprueba o no. Más política que chicha.