Cuando el césped de Paradela se convirtió en el hábitat de Marcos Blanco, este no se podría imaginar que terminaría por sorprender a quienes no le dieron una oportunidad. En su primera temporada en Tercera RFEF, Blanco es ya el pichichi con cinco goles en siete partidos. Unos resultados que el media punta se labró con su esfuerzo y sudor, ya que tuvo que pelear por demostrar que, a sus 27 años, batir las porterías rivales es un juego de niños para él.
Blanco no lo tuvo nada fácil para hacerse un nombre en el mundo del fútbol, sobre todo, por la falta de oportunidades. Empezó militando en las filas del Portonovo en su etapa como juvenil, teniendo oportunidades en el equipo sénior, dónde ya dejó ver que era un jugador con un talento especial, sobre todo, de cara al gol. Del Portonovo dio el salto al Juventud Cambados, volviendo a dar un golpe sobre la mesa y dejando un gran número de goles con tan solo 21 años.
Así, el Villalonga se fijó en el joven talento. Una historia que comenzó en la temporada 2019-2020, y que se mantiene hasta día de hoy. Blanco estuvo más de seis años compitiedo en Preferente Sur, y sus dos últimas temporadas en el Villalonga se convirtieron en una auténtica carta de presentación para los grandes de Tercera. Sin ir más lejos, la pasada campaña, en la que el Villalonga logró el ansiado ascenso, Blanco fue pichichi con un total de 23 goles, superando los 18 que había anotado durante la temporada 2022-2023.
El salto a Tercera parece no suponer un inconveniente para Marcos Blanco en lo que al gol se refiere, ya que continúa por la misma senda que le llevó a ser el máximo goleador en Preferente la pasada campaña, con la única diferencia de que, en esta ocasión, al Villalonga le está costando luchar por la permanencia. Sin ir más lejos, firmó un brillante doblete ante la Sarriana, a pesar de la derrota, y anotó en cuatro de los siete partidos que se disputaron hasta ahora, convirtiéndose así en la columna vertebral atacante del combinado de Luciano González.
Dominando el esférico a su antojo, Blanco está dándose a conocer en Tercera RFEF con la misma eficacia rematadora que vino demostrando durante pasadas temporadas. Una explosión tardía por la falta de oportunidades, pero en la que, a base de trabajo y más trabajo, Blanco puede mirar atrás orgulloso de aquel niño que comenzó en el Portonovo, y que ahora se transformó en todo un futbolista profesional.
El Villalonga FC se enfrenta este domingo a las 16:15 horas al Betanzos, el único equipo de la categoría que ha cambiado de entrenador, y cuya situación es muy similar a la de los de Luciano, ya que se encuentran también en puestos de descenso. Álex Suárez fue destituido tras la derrota por 1-0 ante el Valladares, y su sustituto, salvo sorpresa de última hora, será Claudio Corbillón, quien ya dirigió entrenamientos durante esta semana. Corbillón contará con Diego Vázquez como ayudante.
Actualmente, el Betanzos se encuentra en la última posición del grupo 1 de Tercera RFEF con cuatro puntos. A pesar de que el Villalonga acumule los mismos puntos, se encuentra en la penúltima posición por llevar ocho goles a favor, además de acumular tres derrotas, una victoria, y un empate en los últimos cinco partidos, frente a las cuatro derrotas y una victoria de Betanzos. Una situación delicada ante la que el Villalonga deberá de hacerse fuerte.
No solo será una nueva oportunidad para el combinado celeste que sirva para comenzar a ver la luz al final del túnel, si no que será un nuevo asalto para Marcos Blanco, que podrá seguir ampliando su buena racha goleadora ante un Betanzos que lleva 12 goles encajados en los siete partidos que van de Tercera RFEF. Asimismo, los de Luciano, que llegan al encuentro con el sabor agridulce del empate en casa ante el Polvorín FC, buscarán en su visita a Betanzos el golpe de efecto definitivo para sumar de tres y poder así salir de los puestos más bajos.