Jéssica Bouzas cerró otra gran temporada en el circuito profesional de tenis. A sus 21 años, la vilagarciana sigue progresando en su juego y escalando en el ranking. Llegó a ser la número 125 del mundo en octubre y cierra 2023 en el puesto 159. Bouzas vuelve a casa por Navidad y disfruta unos días en Vilagarcía antes de marcharse el martes a Australia, donde jugará primero el WTA 125 Workday Canberra International y a continuación el primer Grand Slam del año. Tras una temporada con altibajos, muchos viajes, torneos en catorce países diferentes y su consolidación como figura emergente del tenis femenino español, Jéssica Bouzas hace balance y habla de lo que está por venir.
¿Cómo planteas estas vacaciones navideñas en plena pretemporada?
Voy a casa unos días, pero estaré entrenando, ya no puedo descansar porque el martes 26 viajamos y no puedo perder ritmo.
¿Esta vez no jugarás la United Cup?
No, hemos preferido ir a un torneo antes porque si me llego a apuntar no tendría mucha chance de jugar, ya que ha cambiado el formato. La United fue un regalo que no me esperaba y lo disfruté muchísimo porque apenas hacía unas semanas que había dejado la academia. Este año estaremos más de dos semanas en Australia, llegaremos con mucha antelación por el jet lag y afrontaremos el torneo 125 y después el Open de Australia.
Sólo hay una decena de jugadoras más jóvenes que tú con mejor ranking mundial. ¿Eres consciente de que año a año estás dando pasos muy grandes y siempre hacia adelante en tu carrera?
Creo que cada año voy aprendiendo cosas nuevas y mejorando. Al final vas madurando y vives más experiencias. Este ha sido año el que más he aprendido.
¿Tienes la tan necesaria estabilidad económica para centrarte sólo en el tenis?
He conseguido patrocinadores que son la base de todo. La Fundación Demesio Díez me ayuda muchísimo y hace que sea posible poder viajar y pagarme los entrenamientos. También al ir jugando cada vez mejores torneos, las ganancias aumentan y me posibilita estar más tranquila en ese aspecto. Poder jugar los cuatro Grand Slam ya te da cierta estabilidad.
¿Cómo te has adaptado al cambio de Jávea a Madrid?
Estoy encantada y súper feliz. Tengo un montón de amigos que estudian aquí y podemos hacer muchas cosas. Además en Madrid estoy más cerca de Galicia y me es más fácil viajar a casa.
Sorprendió el cambio de entrenador en los últimos meses del año. ¿Qué pasó con Javier Martí?
Estábamos en caminos distintos y eso hizo que nos separáramos, pero mantenemos muy buena relación y nos apreciamos mucho.
¿Tienes nuevo entrenador?
Sí, ahora mismo estoy con Roberto Ortega, que llevó a algunas jugadoras y también fue jugador. Es un entrenador joven y de momento todo va muy bien. Estamos buscando a una segunda persona para el equipo, porque estar únicamente una sola persona es agotador.
¿Sigues trabajando con las mismas personas en el aspecto físico y mental?
Sí, sigo con Moisés Benavente de preparador físico e Itziar Eraña en psicología.
¿Crees que has dado un cambio en el aspecto físico el último año?
Creo que es el cambio de pasar de estar en una academia, donde me dieron un trato especial y me ayudaron mucho, a tener un entrenador y un preparador físico para mí. Me he puesto las pilas. A este nivel de exigencia, o te las pones o te comen. He tenido que mejorar mucho y ponerme a punto. En esta mini pretemporada hemos trabajado muy duro. A diferencia de antes, ahora trabajo más en el gimnasio.
Para un tenista el aspecto mental es clave. ¿Hasta que punto te ayudan las sesiones con la psicóloga?
Yo le doy muchísima importancia a la psicología, creo que es algo que debería haber incorporado en mi vida hace mucho más tiempo. Ahora entiendo muchas cosas que quizá no entendía antes y me ayuda mucho. Los problemas que puedas tener en pista o las carencias que se puedan ver van de la mano de muchas cosas personales, por eso todo está conectado y me ayuda mucho la psicología.
En la entrevista que te hicieron en “Charlando en la red”, muy divertida por cierto, dijiste que tu temporada ha tenido muchos altibajos...
Sí, he vivido cosas muy bonitas y he hecho cosas que nunca había hecho en mi vida, pero a la vez he tenido mis malos momentos y mis problemas que también he tenido que afrontar porque no todo es color de rosa. Una de las cosas buenas y a la vez malas del tenis es que competimos todas las semanas, entonces no sabes lo que te puede esperar. Trabajas duro, pero tienes semanas buenas y sin entender nada te viene una semana mala. Y lo mismo pasa al contrario.
¿Cómo recuerdas tu histórica clasificación para el cuadro final de Wimbledon?
Era la primera vez que jugaba en hierba, iba sin haber jugado ningún torneo antes y con cero expectativas y pasó eso. Es tenis, son muchos factores externos y circunstancias. Por muy bien que te sientas nunca sabes lo que puede pasar. Me adapté bien y estuve cómoda.
¿Cuál fue el partido más fastidiado de este año?
Hubo un partido que me dolió muchísimo, que fue el del US Open contra Timea Babos. Lo pasé mal porque estaba encontrándome muy bien e iba ganando muy fácil, pero se me torció todo y sin darme cuenta perdí ese partido. Fue un momento duro. Hubo más partidos fastidiados, como en el que tuve que retirarme...
¿Y el de mejor recuerdo?
Hubo varios, el que me dio la clasificación para el cuadro final de Wimbledon, el de la United Cup, también los partidos de Australia, la victoria en Roma, el último partido del Campeonato de España por equipos...
¿Algún reto para 2024 o vas a ir torneo a torneo?
Voy a ir torneo a torneo pero me encantaría entrar directa en un cuadro final de Grand Slam y meterme en el top 100 mundial. Pero veremos, hay que conseguir muchos puntos para eso.
Este sábado te nombran Socia de Honor en el Club de Tenis O Rial, donde empezaste. ¿Qué supone para ti?
Estoy súper contenta y me hace mucha ilusión. El Rial no sólo ha sido el club donde empecé, sino en el que pasé mi infancia. Fue mucho tiempo el que pasé ahí, todas las tardes y los campus de verano. Disfruté mucho e hicimos un muy buen grupo toda la gente del club. Les tengo muchísimo cariño, a todas las niñas, niños y padres que formamos una gran familia cuando éramos pequeñas, aunque cada una ahora ha tomado su camino. Nos vamos a reencontrar en una cena todos los que jugábamos cuando éramos pequeños en el club y me hace ilusión.