Con el voto favorable de los 11 miembros del tripartito y la abstención del PP salió adelante, tras un largo y duro debate, la aprobación de la cuenta general del 2023 del Ayuntamiento de Ribeira. La concejala de Facenda, Herminia Pouso, que destacó que el balance es positivo, manifestó que “aínda estamos a responder das responsabilidades adquiridas polo Goberno anterior”. Detalló que el remanente de tesorería para gastos corrientes fue de 1,5 millones de euros y que el resultado presupuestario después de ajustes se quedó en 2.661.215 euros.
La edila del PBBI señaló que el carácter positivo de ese resultado presupuestario supone que los derechos reconocidos fueron suficientes para financiar los gastos realizados en ese ejercicio económico. Y agregó que se liquidó el 62,29% de las previsiones de ingresos, mientras que la de los gastos se quedó en el 57,30%, y subrayó que el porcentaje de ejecución se ve lastrado por “a demora nas actuacións inversoras de exercicios anteriores. Igualmente pasa no capítulo de ingresos de fondos doutras administracións que non se desbloquean ao non rematar esas actuacións”.
La portavoz del PP, Mariola Sampedro, le reprochó “a baixa execución orzamentaria, pois dos 31 millóns previstos do capítulo de investimentos só se executaron 10 millóns, 0 33%”. Y le preguntó al Gobierno local por lo qué va a pasar con la con las obras comprometidas, como la biblioteca, el club de remo, el polígono industrial, la estación de autobuses o el plan de sostenibilidad turística.
Por otro lado, el pleno municipal de Ribeira aprobó por unanimidad una moción del edil de Mar, Fernando Abraldes, para reclamar a Portos de Galicia que acometa múltiples mejoras en los recintos portuarios del municipio, pues dijo que su mantenimiento y estado es “manifestamente mellorable”. Se añadió la propuesta del BNG para que la Xunta se implique para que el muelle vuelva a tener descarga de túnicos, y otra del PP para instalar fibra óptica en los puertos.