Hace un mes que se vino abajo la pasarela de la única rampa que quedaba en pie en el lugar pobrense de A Ribeiriña para acceder al mar. Fue concretamente al mediodía de la pasada jornada de Navidad cuando esa estructura, sobre la que los vecinos ya venían advirtiendo de su progresivo deterioro, no aguantó más las embestidas de las mareas y se derrumbó, algo que los lugareños creían que era cuestión de tiempo y se temían que tarde o temprano pasaría. Los residentes desconocen cual es la Administración Pública que ostenta su titularidad para que actúe, pues desde la recuperada asociación de vecinos señalan que “ninguén recoñece que é súa e pásalle a patata quente a outra”, indicó su vicepresidente, José María Lojo Fontao.
El derrumbe de dicha rampa será el argumento central del Enterro do Felipe que está previsto que se celebre el miércoles 14 de febrero en el entorno de la misma. Allí se dará lectura a un texto irónico sobre lo ocurrido, indicándose que sucedió cuando el propio Felipe fue a pescar a ese lugar y fue entonces cuando la rampa se vino abajo. Pero, también pretenden que sea un mensaje reivindicativo para que la Administración competente “sexa cal sexa, tome cartas no asunto e se repoña esa estrutura, para non deixarnos aos vecinños sen o acceso ao mar”.