Conforme pasan los días, las valoraciones y contravaloraciones sobre la moción de censura del PP en la Mancomunidade dejan claro que la izquierda no quería perder cuota de poder en una entidad destinada fundamentalmente a dar servicios, pero con caché político para los partidos, así que el independiente y llave de gobierno, José Manuel Aspérez, eligió postor y rompió su palabra. Dejan un relato donde el PSOE podía haberlo nombrado delegado de turismo, como hará el PP, en solitario. Y al BNG, podía haberle dado entonces la vicepresidencia o, en caso contrario, ya que todos señalan una cerrazón de Aspérez después del pleno de investidura donde impidió su nombramiento, una silla en la comisión ejecutiva de alcaldes –los estautos no lo impiden–. El caso es que los socialistas cerraron en falso la mayoría que convirtió a Marta Giráldez en presidenta y así lo cree el Bloque.
La formación se siente libre de toda culpa en esta “ópera bufa” y recuerda que ellos convirtieron a Aspérez en vocal con un pacto que los turnaría en el asiento –tres años él y uno ellos–: “Puxemos os medios para que houbera un goberno diferente ao do PP, pero desafortunadamente os socialistas desaproveitaron a oportunidade que lle regalamos por una mala xestión. Deberían ser máis agradecidos, pero actuaron de xeito desconsiderado”.
Los nacionalistas defienden que cumplieron su parte, votar a Giráldez como presidenta, y sus explicaciones dejan al descubierto que se confiaron en la postura de un socio natural, pues se quejan de enterarse de la promesa de la vicepresidencia al meañés “pola prensa” y de reunirse tres días antes del pleno “por petición nosa”, expone Manuel Suárez, uno de sus dos vocales. Según el concejal isleño, ante la imposibilidad de acceder a ese cargo, le dejaron sobre la mesa otras opciones para compensar su “esforzo”: estar en la Comisión.
El PSOE tenía la oportunidad de contentarlos desde A Illa, donde gobiernan en coalición, pero su regidor, Luis Arosa, declinó, según desveló ayer mismo la propia Giráldez, mostrando comprensión. Además, días atrás dejó claro que “sería un erro que alguén da oposición” entrara en la comisión, pero, según los estatutos, si Aspérez llega a ser vicepresidente hubiera estado y además, no está únicamente reservada a los alcaldes.
El caso es que, según Suárez, llegaron así al Pleno de investidura, el de la discordia, donde su abstención fue recibida por el meañés como un enorme agravio y que ahora, con distancia, parece que nunca perdonó. Pero “el chegou a un acordo coa presidenta e prometéronlle a vicepresidencia con que votos? Síntoo moito, pero falando vulgarmente, as rondas terán que pagalas cos seus cartos”, clamó.
Todo el asunto se llevó desde la dirección comarcal, pero el concejal traslada el sentir general de una formación que ve una “mala xestión” en las negociaciones socialistas: “Deixou apodrecer o problema e desencadenou” la moción. “Desafortunadamente desaproveitou a oportunidade regalada. Sen o noso pacto de Meaño habería un goberno do PP dende o principio”, añadió Rosana Domínguez, la concejala que dio su voto para que el independiente fuera vocal. Esta también contestó al PSOE meañés que si la experiencia es tan válida de que “lles serviu a eles, que quedaron sen representación” en el pleno local.
Ambos nacionalistas señalan también que, curiosamente, con el PP, el independiente se conforma con la delegación de turismo, también prometida por los socialistas, según perjuran. Antes del pleno “e despois e noutras reunións, pero non o quixo”, insistió ayer la presidenta, quien mantiene unas sospechas negadas por el aludido: “Estou convencida de que o PP lle ofreceu algo máis e eu me neguei a darlle ese algo. Hai outras moitas cousas e todo se sabe na comarca, incluido que andaba polos pasillos da Deputación”, indicó sin dar más detalles.
La formación nacionalista no puede hacer nada ante el incumplimiento de Aspérez: “Depositamos a nosa confianza aínda que eramos conscientes de que os independentes carecen de ideoloxía e móvense polo seu interese particular, como pasou”, añadió Domínguez. Solo ve una cosa positiva: “É un chaquetero e agora sacou a careta, así os veciños saen de dúbidas: MI non é de esquerdas, é un pepero máis”.
Por su parte, Giráldez también acusó ayer a Gonzalo Durán y a David Castro –candidato del PP– de “mentir” con la ampliación de la ETAP, asegurando que la cofinanciación se propuso cuando ella accedió al poder. Asimismo volvió a defender su gestión y cree que la moción es una “bomba de reloxería”, además de darle “pena porque será volver as formas agresivas e faltas de respecto”.