El alcalde de Ribadumia, el popular David Castro, compareció hoy ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Cambados, en calidad de investigado por la presunta comisión de un delito de prevaricación, relacionado con una autorización de hostelería en la pasada edición de la Festa do Tinto. También fueron llamados a declarar un concejal de su ejecutivo, Miguel Castro, y una funcionaria. 

Los dos ediles llegaron acompañados de sus representantes al edificio judicial cambadés poco antes de las diez de la mañana. Prestaron declaración, contestando a las preguntas que formularon la jueza, la Fiscalía y la defensa, y abandonaron la sede judicial hacia las 11:40 horas. 

Ambos, muy tranquilos, se detuvieron a la salida para atender las preguntas de este Diario, pero, en la línea de estos días, declinaron realizar declaraciones o valoraciones sobre el caso, a la espera de que avance y concluya la investigación. No obstante, a la cuestión de si confiaba en una resolución favorable, el regidor respondía que "o contrario sería a incoherencia". 

Autorización municipal

La investigación se centra en una autorización municipal a una especie de "chiringuito" que funcionó durante la fiesta del verano pasado. Castro defiende que no habría nada extraordinario en ello, ya que este tipo de autorizaciones fueron habituales también durante otros años durante los días grandes de la localidad. 

Será ahora el juzgado el que determine si hay o no responsabilidad en ello, tras la investigación iniciada al hilo de una inspección del negocio por la Guardia Civil, después de algunas quejas vecinales al respecto.