Las peatonalizaciones suelen suscitar rechazo, pero el nuevo cierre en la zona de Fefiñáns, de poco más de cien metros de la Praza de Asorey, está generando una enorme tensión entre comerciantes y vecinos y el Concello. El conflicto parecía destinado a enfriarse con una reunión prevista para hoy, pero el concejal promotor del cambio, José Ramón Abal Varela, decidió suspenderla después de que algunos detractores lo convirtieran en una convocatoria pública, colocando carteles en postes, portales de edificios, establecimientos, etc. invitando a “todo el que quiera asistir” y el edil no estaba dispuesto a afrontar un tumulto.
“A reunión a pediu Cambados Zona Centro, era para falar cun sector concreto e aquí convocouse a quen quixera e as cousas non funcionan así, non é serio. En calquera administración cando se convoca unha reunión se solicita identificar aos asistentes e eu teño que saber con quen vou falar”, expuso Abal. Aseguró que no huye de reunirse con cualquier vecino de manera individual o colectiva, pero no de esta forma, así que “o razoable era suspendela ata próximo aviso, ata que se calmen os ánimos”, añadió.
La anulación se hizo con el beneplácito de la asociación de comerciantes, como confirmó su presidente, Juan Rey, quien defendió que era una petición de encuentro de su colectivo en defensa de los intereses de sus asociados no un foro abierto, pero “foise das mans e politizouse. Quizáis foi un erro pola nosa parte porque se enviou un correo e se entendeu mal, pero só era para os nosos socios da zona”, añadió.
Miembros o no de Zona Centro lo cierto es que hay malestar por el cierre al tráfico de la Praza de Asorey y lo que ha conllevado, como el traslado de la zona de carga y descarga o la eliminación de plazas de aparcamiento, asegurando algunos negocios que está afectando a su facturación. De hecho, un autónomo de Rúa Real señalaba ayer casos anteriores y que considera “llevaron a esas calles a la muerte, como sucedió en Ourense e Infantas”.
Hace un mes que entró en vigor y Abal Varela se comprometió a recuperar estacionamientos en una parcela anexa al aparcamiento público de la Avenida do Salnés, pero la negociación con los propietarios “non fructificaron”, lamentó. Sí sigue adelante el estudio de una modificación de la ordenanza de tráfico para que los vehículos de los comerciantes puedan circular por la zona monumental.
Sin embargo, hay una parte importante de afectados que directamente no quieren la peatonalización y no comparten los argumentos del concejal de Obras. “Hay vecinos que no tienen dónde aparcar sus coches porque aquí no abundan los garajes y tienen tanto derecho a asistir como cualquiera. A Abal no le interesaba que fuera tanta gente”, añadieron. Pero sobre todo, hay una queja general, acusando al edil de tomar la decisión sin consensuar “con nadie, como ya lo hizo con Fefiñáns, dando largas para mantener una reunión que nunca llegó”. Sin embargo, el socio de Pode asegura que la “veciñanza está encantada” con haber ganado este espacio público sin coches.