La oficina de calidad del agua y control de vertidos de la Mancomunidade do Salnés ha realizado en lo que va de año más de 86 inspecciones en industrias asentadas en Cambados, Ribadumia, Vilanova y Meaño y ha investigado tres alertas por contaminación no procedente en la red de saneamiento.
La más grave fue el derrame de una sustancia parecida al asfalto empleado en las carreteras que obligó a los técnicos de la EDAR de Ribadumia a retirarlo manualmente durante horas para evitar daños mayores a los equipos. Precisamente, uno de los objetivos fundacionales de este servicio era atajar la frecuente y elevada carga de aguas contaminadas que llegaban a la estación demostrando que, sobre todo, había empresas que no realizaban el obligado pretratamiento en sus instalaciones.
Su responsable, Marián Alonso, explica que en este sentido ha habido grandes avances. En primer lugar porque “se nota la mejoría en la EDAR” y, de hecho, los avisos por anomalías que le trasladan los trabajadores han bajado, cuando “el primer año de la oficina eran continuos”. Pero también porque “noto que aumentó la conciencia ambiental entre las empresas”, apunta.
Resulta increíble que en 2021 aún hubiera firmas sin un sistema de depuración propio, como le obliga la ley, pero sucedía. En este listado había una parte importante de bodegas cuyos desechos pueden parecer inocuos si se comparan con otras industrias, pero que emiten afluentes con muchos sólidos, como restos de uva procedentes de un deficiente filtrado, limpieza de depósitos, etc.
El resultado en este y cualquier vertido similar son aguas con un PH muy bajo, es decir, muy ácidas y esto fuerza la maquinaria de la depuradora. Alonso lamenta que gran parte de las elaboradoras vinícolas que están en su ámbito de actuación estaban en esta situación, pero se queda con la parte positiva y es que “la gran mayoría” están en proceso de contar con equipos propios y, de hecho, “dos grandes ya lo tienen y una lo estrenó en esta vendimia”.
Asimismo, destaca que siga creciendo el número de industrias que se ponen al día en el cumplimiento de otra parte de la normativa, como es tener la autorización de vertido, pues la mayoría de las casi 150 de su ámbito de actuación –entre las que también hay conserveras, avícolas, de granito, etc.– también carecía de este permiso cuya concesión final es de los concellos, pero que previamente debe ser informado favorablemente por Augas de Galicia (Xunta) y la concesionaria del servicio de saneamiento, que en el caso del sistema comarcal es Espina y Delfín.
Actualmente hay unas 25 en trámite y algunas ya vienen del año pasado, pero la técnica explica que “se trata de un proceso largo y tediosos porque se realiza un estudio muy escrupuloso de la documentación presentada y, al mismo tiempo, se requiere mucha documentación. De hecho, rara vez se concede a la primera y suele haber requerimientos pidiendo más documentos o que se concrete algún aspecto más, etc.”.
Con todo, dos de las que iniciaron su regularización cuando empezó a funcionar el servicio de la Mancomunidade ya tienen luz verde a su petición.
Y es que el papel de esta oficina es intermediar entre las partes y asesorar a los empresarios, además de realizar susodichas inspecciones, que se repiten en caso de haberse detectado algún incumplimiento, para comprobar si se han tomado las medidas necesarias. En caso contrario, se da parte a la administración competente, pues la Mancomunidade do Salnés no tiene potestad sancionadora aunque en caso de reiteración puede llegar a desconectar a una empresa de la red comarcal. Esto supondría que no pueden tratar sus aguas y prácticamente tendrían que cerrar, pero de momento no han tenido que llegar a tal extremo.
En total, en lo que va de 2024 realizó más de 86 visitas y 33 analíticas en laboratorio. También gestionó tres alertas y la más grave fue el vertido de “pichi” que llegó solidificado a la EDAR y que creen que se echó “deliberadamente” a la red. Indagaron sobre su origen y sospechan de una obra, pero “hizo un recorrido importante y ya habían pasado 13 horas desde que se produjo”, expone Alonso, así que no fue posible encontrar certezas para una acusación.
Aunque no es de su competencia, también ha atendido avisos vecinales por contaminación en regatos o redes de pluviales.