El proyecto para crear una gran pradera y zona de recreo en la parcela que el Concello de Vilagarcía adquirió a la Autoridad Portuaria, en O Ramal, se encuentra en la última fase de exposición pública. Es decir, el periodo de alegaciones ya concluyó (a finales del mes pasado), pero desde Puertos del Estado, organismo que tiene que aprobar esta actuación al estar en terrenos litorales, explican que está todavía “pendiente de resolución”, por lo que es posible que se estén analizando alegaciones, en caso de que se presentaran, o los informes necesarios de los organismos competentes.
 

El proyecto, elaborado por Manuel Tanoira, es uno de los más importantes para la definición del urbanismo de Vilagarcía en los próximos años en una zona, el litoral, que se ha visto muy aislada de la ciudad en las últimas décadas.
 

Es una de las actuaciones que se llevará a cabo en esta zona, donde el Puerto también tiene previsto poner en marcha un centro de recepción de peregrinos y, además, el Concello cuenta con otra área ya en el muelle de O Ramal, para la cual se han abordado diferentes ideas, entre ellas las famosas piscinas de agua natural en un punto donde ahora mismo hay inmensos parterres.
 

Lo más inmediato, ahora, será la parcela en la que, actualmente, hay aparcamiento y se encuentra la pasarela de cemento que lleva  ala playa, que presenta en la actualidad un aspecto muy degradado y brusco para ser la antesala del principal arenal vilagarciano, el de A Concha- Compostela.

Objetivos de la propuesta

Los objetivos que se marca la propuesta de Tanoira para esta zona es peatonalizar y renaturalizar este ámbito, transformando la actual explanada de aparcamiento en un espacio público, peatonal y ajardinado. Además, dar continuidad a la estructura verde del Miguel Hernández, uno de los pulmones de Vilagarcúia, hasta el pinar de la playa de A Concha. Otro objetivo pasa por integrar en la ciudad, de una forma urbana y natural, un espacio que nunca estuvo incorporado ni tuvo un destino mucho más allá de su configuración como vacío.
 

En este sentido, la memoria del proyecto hace un recorrido por la historia del urbanismo vilagarciano y como, desde los diversos rellenos que se fueron llevando a cabo, nunca se buscó definir esta zona.
Explica, además, que la actuación no pasaría, en esencia, por una renaturalización, debido a las condiciones propias del espacio intermareal. Por ello, otro de los objetivos pasa por articular el tramo del Paseo Marítimo y del Puerto Deportivo, con el Paseo Marítimo de la playa.
 

Es una actuación pensada para definir el urbanismo de los próximos años, por lo que tiene también en cuenta obras futuras. En este sentido, otro de los objetivos es establecer la conexión entre la estación de tren y la futura estación marítima del muelle de O Ramal, un espacio que pronto dejará de ser un punto de almacenamiento y que estará integrado en la ciudad. La conexión de todas estas zonas, explican en el proyecto, será “peatonal y ciclista”. Por ello, desde Rosalía de Castro y Moreira Casal se creará un paso seguro hacia la estación de ferrocarril, “evitando la yinkana”, actual y poniendo en valor “el magnífico” edificio de la Aduana (centro sociocomunitario). La propuesta contempla un espacio principal: Una pradera urbana con vistas al mar
 

La zona en la que actualmente se encuentran los baños, que también está muy degradada, se reformará y allí estarán los aseos públicos, pero también una cafetería y aparcamientos para bicicletas, en un pequeño pabellón que se acomodará contra una medianera de un edificio de viviendas. En cuanto a la plaza que emerge en esta zona, se configurará mediante una pérgola en forma de U, con su lado abierto hacia el Paseo, de tal modo que se genera zona de sombra. Los espacios, señala el proyecto, evitarán “rincones que puedan generar la sensación de inseguridad”.