Pese a su juventud (tiene 21 años), Laura Carro acaba de imponerse sobre otros diez proyectos. Con una idea muy clara de lo que quiere alcanzar en su profesión, y que más allá de ventas o éxito está también vinculada a la defensa de valores como el respeto a la naturaleza y a los animales, afronta la puesta en marcha de un negocio que ahora recibe un importante impulso del Concello.
Pero también con un pilar básico: Su madre. Modista desde los trece años, llegó a tener una academia de corte y confección. Ahora, comparte sueño con su hija. No le costó reciclarse, como el material con el que trabajan que, por cierto, asegura que es igual de manejable que cualquier otro hilo.
¿En qué consiste el proyecto que ganó el Certamen de Iniciativas Emprendedoras de Vilagarcía?
Es una marca de ropa vegana y sostenible, porque no utilizamos productos animales y todos los materiales que usamos tienen sello certificado. O es orgánico o es reciclado. Además, ponemos en valor la costa gallega. Tenemos tejidos que son hechos con plástico reciclado del mar. Para ello, colaboramos con organizaciones que se dedican a recoger plásticos de los océanos y que, posteriormente, lo transforman y hacen hilo. Nosotros con eso hacemos las prendas. Es una apuesta por la economía circular.
¿Y cómo surge esta idea? ¿Es por su preocupación por el respeto al medio ambiente?
Sí. Yo siempre quise dedicarme a la moda y estudié Diseño de Moda, pero cuando descubrí que se trataba del segundo sector más contaminante me dije: “Tengo que cambiar eso, porque no quiero contribuir a contaminar”. Fue así como descubrí que existe ropa sostenible, que se puede hacer sin que contamine y, al mismo tiempo, ayudar al medio ambiente. Así decidí que quería irme por esa rama profesional.
¿Y cómo se encuentran los proveedores para ese objetivo?
Es difícil y tardamos mucho tiempo en conseguirlo. Hay tejidos que estábamos buscando que no todos los proveedores los tienen y hay muy poca variedad. Incluso fuimos a París, a una feria de telas. Allí encontramos algo. Después por internet, por el boca a boca, preguntando...
Y tras decidir el modelo de negocio, ¿cómo fue la puesta en marcha y en qué fase está?
Llevamos desde 2021 pensando la idea y como madurarla, haciendo las primeras conexiones. Ahora este mes vamos a sacar la tienda online.
Habla en plural, ¿cuántas personas hay trabajando?
Ahora mismo somos dos, mi madre y yo, y tenemos servicios que están externos, como la web, la fotografía o el tema de la confección. Mi madre siempre se dedicó a la moda.
¿Y no es complicado trabajar con la familia?
No, nos llevamos muy bien, tenemos el mismo carácter y la misma forma de pensar. A veces elegimos algo sin saber que ya lo eligió antes la otra. Yo me dedico a esto porque veía lo que hacía ella y me gustaba. Juntas nos complementamos, a ella se le da muy bien el patronaje.
¿En qué le ayudó el programa de mentorización del Concello?
Fue bastante interesante porque nos enseñaron el tema económico. Como lograr el equilibrio entre lo que necesitas para subsistir y para ganarte un sueldo. También hubo mucha formación en asuntos de marketing, de publicidad, de cómo vender y cómo identificar al público que te interesa.
¿Y cuál sería el público que le interesa a Aural?
No quiero poner edad, pero sobre todo mujeres adultas y que estén interesadas en el respeto al medio ambiente, que estén dispuestas a invertir un poco más en una ropa que les va a durar muchos años.
¿Cómo son los diseños que suele crear y en qué se diferencian?
Yo me voy por lo atemporal y por diseños que perduren mucho tiempo y que no pasen de moda. Nos fijamos en que la tela y la confección sean de buena calidad para que dure toda la vida. Es ropa para todas las tallas. Ahora mismo tengo tres colecciones preparadas que son las de este verano, la del invierno y la del verano de 2025. En moda se necesita ir con un año de antelación, porque le voy a vender a tiendas multimarcas y tienes que tenerlo de un año para otro.