La retirada de un aula de 4º de Infantil (3 años) en el CEIP A Lomba genera malestar entre las familias, que se sienten engañadas con respecto a lo que se les anunció cuando escogieron colegio para sus hijos. Así lo detallan en sendas cartas dos padres afectados, que presentaron un escrito tanto a la directora del propio centro como al jefe territorial de Educación, César Pérez Ares, para reclamar que continúe el aula durante el curso que comenzará en el mes de septiembre.
Explican en su misiva que la noticia del cierre del aula de A Lomba llegó el viernes 19 de julio, a la una y media de la tarde. “Fecha y hora en la que el CEIP comenzaba el cierre por vacaciones”, se quejan. La noticia les llegó, aseguran, “sin más información, ni posibilidad de acudir al centro a solicitarla o a mostrar nuestro descontento”.
Las familias inciden en que el número de alumnos en dicha clase es de 17, pero que dos de ellos, entre las que se encuentra el menor a su cargo, tienen necesidades especiales, por lo que computan como 19.
Es una ratio, señalan, que entra dentro de la normativa vigente pero que, apuntan, es “bastante superior a la de aulas de tres años en otros centros de Vilagarcía”.
Explican en su comunicado que uno de los motivos que les llevó a escoger A Lomba fue, precisamente, que contaba con “tres unidades de este curso, dos de ellas en el edificio A Lomba”. También por otras características, como el profesorado de apoyo, el comedor, el Plan Madruga o la proximidad a su domicilio. Sin embargo, estas condiciones cambiaron con la supresión de esta aula, “una vez matriculada, sin previo aviso ni ninguna explicación por parte del centro”, señalan las familias.
De hecho, inciden en que, durante las jornadas de puertas abiertas y la reunión postmatrícula, “en ningún momento se nos habló de que existiera la posibilidad de que se cerraran unidades en este edificio”. La opción de cambiar de centro a su descendiente es “inviable”, ya que solicitaron becas y ayudas educativas en dicho centro. “Entenderá que esta decisión no solo perjudicará a nuestra hija, si no a todo el alumnado de tres años, ya que la calidad de educación y apoyos que recibirán los 17 alumnos no será la misma”, aseguran en la carta. Sobre la falta de margen para la reacción, señalan que “no podemos evitar pensar que no se nos ha dado ni la posibilidad” de reunirse con los responsables educativos para pedir explicaciones.