Manu San Félix es biólogo marino y lleva casi cuarenta años buceando por los lugares más increíbles del planeta. Hace décadas que explora y trabaja para publicaciones de prestigio a nivel internacional como la National Geographic y ayer desembarcaba en Vilagarcía para presentar su documental “Salvemos el Mediterráneo” ante los niños del colegio de O Piñeiriño y ante el público en general en el Auditorio Municipal. Su visión sobre el estado del mar y la concienciación climática son toda una lección para las generaciones presentes y para las que están por venir.

Lleva muchos años buceando. Imagino que durante todo este tiempo ha visto evolucionar el estado de los mares...

Llevo buceando 38 años y, lo digo con pena y sinceridad, tengo que reconocer que la cosa va a peor. Y es normal, porque al mar se lo sacamos todo. La tierra se abona y se siembra, pero del mar solo se recoge y esto tiene sus consecuencias. A ello va unido que la población mundial va creciendo a una velocidad increíble y que somos muchos millones de personas explotando los recursos.

Parece que ahora hay mucha más concienciación en el cuidado medioambiental. ¿Es suficiente lo que se está haciendo?

Yo creo que este estallar de la concienciación es el principio. En estas últimas décadas hemos estado viviendo muy bien, aunque no lo creamos. Si retrocedemos 70 años en Galicia, por ejemplo, la vida era mucho más difícil. Hemos ido progresando y yo siempre digo que ahora tenemos el conocimiento y la tecnología para hacerlo bien y nos tenemos que plantear cambiar como civilización y ver en qué medida usamos nuestros recursos. Hay que defender la pesca, pero si queremos seguir pescando tenemos que proteger.

“El agua es un recurso muy valioso. Vamos a otros planetas a buscarla, no a buscar petróleo o diamantes”

Decir eso en una zona pesquera como son las Rías Baixas parece muy rompedor. Hablar de limitar la pesca...

No tiene por qué serlo. Estamos hablando de proteger. España ha suscrito un compromiso voluntario de que para el año 2020, que es dentro de dos días, el 10 % del territorio marino debe estar protegido. La mayoría de los que se dedican a la pesca saben perfectamente que hoy pescan mucho menos de lo que lo hacían sus padres o abuelos. Rompedor es no hacer nada y agotarlo todo. Lo lógico no es sacarlo todo, sino dejar que los peces crezcan y se reproduzcan.

Cambiar como civilización implica empezar a concienciar en base a la educación...

Sí, totalmente de acuerdo. Lo cierto es que estamos haciendo muy poco en medidas de conservación y también muy poco en educación. Este planeta es limitado y educar a los niños es lo que puede posibilitar un cambio mañana. Es con educación cuando ves las cosas que se están haciendo mal.

El tema de la depuración, al menos aquí en Arousa, es algo que preocupa mucho.

Volvemos al crecimiento de la población. Ha crecido, pero las EDAR no lo han hecho en la misma proporción y eso genera un problema. Yo siempre lo digo, si la gente viese en directo lo que sale de las tuberías que van a dar al mar se echaría las manos a la cabeza. No nos enteramos de lo que va a parar al mar y eso traerá consecuencias devastadoras. Insisto en que tenemos conocimiento y tecnología para poder ir paliando estas cuestiones y depurar el agua correctamente. Y es que el agua es el recurso más importante de planeta. En otros planetas buscamos agua, no petróleo ni diamantes. Decir esto en Galicia donde hay mucha agua puede parecer tremendo, pero estar en casa, girar el grifo y que eche agua es puro milagro.

Se habla mucho de la problemática que generan materiales como las toallitas...

Es uno de los muchos problemas que tenemos. Nos hemos despreocupado respecto a muchos materiales que usamos. Tenemos que replantearnos usos que adoptamos por comodidad. Igual durante un tiempo tenemos que prescindir de cosas.

Parte de sus experiencias a lo largo de todos estos años están expuestas en el documental “Salvemos el Mediterráneo”. ¿Qué lección debemos de extraer del mismo?

Sí, el documental es sobre el mar Mediterráneo y la situación que tenemos en él. Yo veo una posibilidad increíble, como si fuese un laboratorio. Los problemas allí se manifiestan mucho antes porque es un mar pequeño y prácticamente cerrado. Yo creo que tenemos que aprovechar esta oportunidad y ensayar soluciones. Claro que me entristece como está el mar, pero al ser más pequeño sería mucho más fácil aplicar el conocimiento y la tecnología para poder solventar los problemas que nos encontremos. Yo esto ya lo tengo como un reto personal, como un desafío. Mejorar el Mediterráneo nos dará la opción de hacerlo más tarde en otros mares y océanos.