Los isleños que buscan vivienda: trabajan, tienen 35 años y no pueden independizarse

El Concello publica los primeros análisis de los interesados en el proyecto para crear pisos de protección
Los isleños que buscan vivienda: trabajan, tienen 35 años y no pueden independizarse
El alcalde, el socialista Luis Arosa, detalló hoy los resultados de esta consulta ciudadana | Mónica Ferreirós

El Concello de A Illa de Arousa presentó hoy los primeros datos de la encuesta municipal lanzada para conocer el interés y las necesidades reales de vivienda en el municipio. Un problema sobre el que el gobierno local ha puesto todo su interés y que ha llevado al Concello a comprar al Plan Nacional Sobre Drogas una parcela en su día ligada a Marcial Dorado donde ahora esta entidad local quiere construir vivienda pública. 


El alcalde, el socialista Luis Arosa, desgranó las cifras y adelantó algunas conclusiones y la primera parece clara. El perfil mayoritario es el de personas de unos 35 años, que trabajan, pero siguen viviendo en casa de algún familiar por la imposibilidad de independizarse. También abundan vecinos que se han tenido que marchar a vivir fuera de A Illa y quieren regresar, si encontrasen un hogar asequible al que poder hacerlo. 


Más de 200 personas

Aunque la encuesta, on-line y disponible en las redes sociales del Concello, sigue abierta, se han recogido ya 241 contestaciones. Cruzando los datos, Arosa detalló este viernes que un 60% de los que han respondido tienen entre 26 y 45 años. En concreto, un 34% tiene entre 26 y 35 y un 32,4% cuentan de 36 a 45 años de edad. 


De ese total, un la mayoría entraría dentro de algún grupo de protección, aquellos que podrían beneficiarse de una vivienda de protección oficial. Es el caso de los menores de 34 años, que representan un 35% de la muestra; un 7% sufre alguna discapacidad o tiene a algún familiar que la padece, un 5% son familias monoparentales y un 30,8% carecen actualmente de vivienda. Solo un 22,1% no entraría en ningún tipo de grupo de protección, explicó el primer edil. 


En cuanto al actual municipio de residencia, un 84,2% están empadronados en A Illa, frente a un 15,8% que lo están en otra localidad. Eso sí, de estos últimos, el 79,3% está dispuesto a mudarse o regresar a A Illa y empadronarse aquí, lo que para el alcalde es un buen indicador para el objetivo de “fixar poboación”. Es significativo que cerca del 90% de esta gente de otros municipios, sí habían estado anteriormente censados en la localidad insular, lo que para Arosa evidencia que han tenido que marcharse por la imposibilidad de encontrar un hogar asequible en su municipio de origen.

 

En casa de sus padres

Si lo que se mira es la fórmula en la que viven actualmente estas personas interesadas que contestaron la encuesta, la mayoría, un 59,3%, residen hoy en casa de familiares. Un 27,8% están de alquiler, aunque la mayoría de estos se quejan de unos precios excesivos. Solo un 12,9% de los encuestados tiene ya vivienda en propiedad. 


Sobre los plazos, el 39,8% desearía poner irse a su nueva casa en un año, aunque la mayoría, el 49,8%, valora un escenario incluso de dos o tres años. Solo un 10,4% lo contempla a cuatro o más anualidades.

 

Tres habitaciones y dos baños

A respecto de las necesidades que buscan en un futuro domicilio, el 53% desearía tres habitaciones y el mismo porcentaje se inclina también por dos baños. El regidor lee esto en clave de que los interesados lo están también en formar una familia en A Illa, lo que seguiría redundando en el referido objetivo municipal de fijar población. 


De hecho, Arosa explica que, en la última década, A Illa perdió unos 200 habitantes, bajando del umbral de los 5.000 censados, por lo que recuperar población es una de las metas también a perseguir. 

 

 

Ganan de 12.001 a 20.000 euros y querrían pagar 300 de alquiler

La gran mayoría de encuestados se encuentra trabajando, aunque eso no le permita acceder a una vivienda. Un 61% es trabajador por cuenta ajena, mientras que un 25,3% lo es por cuenta propia. Un 40% del total gana entre 12.001 y 20.000 euros al año, mientras que el 21% ingresa entre 9.001 y 12.000 euros anuales.

 

Estos datos afina un perfil bastante claro, valora el alcalde de A Illa. Así, ve “a problemática dos nosos veciños para independizarse”. Y Arosa lo resume así: un 86% de los encuestados trabaja, ganando unos 1.200 euros al mes, pero casi un 60% de estas personas siguen en casa de sus padres, incapaces de afrontar el coste de una vivienda. 

 

En cuanto a preferencias, casi la mitad, el 49% de las personas que respondieron la encuesta, desearían acceder a una vivienda en propiedad. Otro 40% también desearían la vía del alquiler con opción a compra. Y un 11% contempla simplemente el alquiler. Eso sí, en cuanto a estos, un 43% vería adecuado precios mensuales comprendidos en una horquilla de entre 301 y 400 euros y el mismo porcentaje vería bien importes de 181 a 300. Así pues, la mayoría desearía pagos al mes de unos 300.

 

Un 60% no conoce la opción de la cooperativa de vivienda, pero está dispuesto a explorar sus ventajas

La encuesta sobre necesidades habitacionales en A Illa pregunta también sobre la preferencia o interés por una cooperativa de vivienda. La mayoría de los encuestados, un  60,1%, respondió que no conoce este modelo, pero estaría dispuesto a explorarlo, resultándole de interés. Un 29,5% responde directamente que sí le interesa, mientras que solo un 7,5% contesta que no sabe y no quiere y un 2,9% directamente opta por el no. 


El alcalde, Luis Arosa, explica que, a la hora de financiar la construcción de estas viviendas proyectadas en la Avenida da Ponte, manejan dos opciones. La primera sería conseguir fondos y apoyo de otras administraciones. Aquí hizo un llamamiento a la Xunta: “A Illa existe”, reprochó, reiterando la solicitud de entrevista en la Consellería competente en la materia, pendiente. 


La otra opción sería, justamente, la cooperativa de vivienda: “Persoas que se xuntan para o desenrolo de vivenda pública, coa participación do Concello”. La cooperativa sería la que pediría el crédito bancario, respondiendo cada propietario en función de sus necesidades de vivienda. “Fas o piso ao teu gusto” y “os custes son menores”. 

 

La parcela en la avenida da ponte permitirá crear un mínimo de 70 hogares

El Concello adquirió por 361.000 euros al Plan Nacional Sobre Drogas, recientemente, dos terrenos antiguamente vinculados a Marcial Dorado, uno en Outeiro, para un parque forestal público, y otro en la Avenida da Ponte, para la creación de vivienda social. Aquí, estimó el alcalde, podrían construirse alrededor de setenta pisos, quizás alguno más, a la espera de que se redacte un proyecto. 

 

El urbanismo municipal en la zona permitiría levantar un edificio de bajo, primero, segundo y bajocubierta, en una zona bien ubicada y en las cercanías de un área de reparto donde, todavía a más largo plazo y si esta primera experiencia resulta, el Ayuntamiento todavía tendría bolsa de suelo en la que explorar una futura extensión de este programa de vivienda protegida. Se trata, en cualquier caso, de un horizonte a largo plazo, pero para el que ya se han dado pasos, comenzando por la compra del terreno y por una reunión con la Entidad Pública Empresarial de Suelo (Sepes) en Madrid. 

 

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